sábado, 19 de diciembre de 2009

Lluc, hidrónimo prerromano en Mallorca. (I)

“Una vez sentado un absurdo, le siguen los demás. No hay ninguna dificultad en ello”.
Aristóteles. Física I, 185

Una nueva propuesta etimológica sobre el topónimo Lluc

Aunque en los estudios de toponimia nunca se dice la última palabra; como decía el filólogo Joan Coromines: “antes que el silencio y el estancamiento indefinidos sería preferible hablar malamente o dar pasos, aun acaso en una mala dirección. Esto por lo menos sirve para concretar las ideas, concentrar la mirada sobre un problema, y sobre todo para llamar la atención hacía la necesidad y urgencia de emprender la labor bien hecha…….
Que erremos, sobre todo en lo prerromano, cuando nada lingüístico puede guiarnos, más que la intuición, es disculpable”.[1]
Puesto que, parafraseando a la investigadora Alicia Mª Cantó[2]:“ Deben explorarse las posibilidades que ofrece la toponimia posterior – ya sea medieval, moderna o actual – cuando se pone en relación con los teónimos antiguos prerromanos o romanos, pero también con las peculiaridades geográficas, geofísicas, faunísticas o incluso florísticas propias de su zona, cuyos rasgos han permanecido o se pueden aún rastrear y pudieran haber sido los mismos que causaron o reforzaron el culto de aquella determinada divinidad, o pudieron estar en la Antigüedad asociados con ella.
El estudio de lo que llamo 'el paisaje del teónimo', de su contexto arqueológico o material cuando existe y de las fuentes literarias antiguas, medievales y modernas, todo ello junto, puede ser uno de esos 'lugares de encuentro' donde todos podamos aportar algo al conocimiento del pasado”.
La propuesta etimológica aquí planteada, representa, una nueva vía de aproximación respecto a la explicación, tradicionalmente aceptada, del topónimo medieval mallorquín y menorquín: Lluc.
Cuando las tropas invasoras cristianas, al mando del rey Jaime I conquistaron, a sangre y fuego, la isla de Mallorca, entre principios de 1229 y mediados de 1232, repartiéndose posteriormente el territorio, nos dejaron un documento excepcional, en el que se legitimaba el botín de guerra obtenido por la federación catalano-aragonesa: el Llibre del Repartiment o LLibre del Rei[3], así como una importantísima documentación de traspasos de propiedades, magníficamente conservada en los archivos mallorquines y que ha sido objeto de rigurosos trabajos documentales,[4] y en donde la investigación sobre el sustrato toponímico prerromano, ha sido muy escasa,[5] tanto en las islas como desde el continente, ya que las Baleares son, sistemáticamente olvidadas, o dejadas al margen, en este tipo de estudios. Por otra parte es penoso apreciar como el elemento prerromano o prehistórico en la toponimia ha sido, en general, dejado de lado o minimizado[6], cuando constituye como dice Joaquín Caridad Arias: “el armazón básico de toda estructura toponomastica” [7]
Entre los miles de topónimos que arroja la citada documentación medieval de las islas, aparece con abundancia e insistencia, el que nos ocupa en estas líneas: Lluc.
Veamos inicialmente, algunas interpretaciones etimológicas habituales:

1.- Lluc como proveniente del antropónimo Lucas:

Al iniciar la investigación etimológica, hallamos interpretaciones populares o religiosas, que hacen derivar, este Lluc medieval, del evangelista Lucas (Lluc en catalán), procedencia que no entraremos a rebatir por puro sentido común.
La “Gramática Mallorquina” de J. J. Amengual de 1835 y su “Diccionario Mallorquín, castellano, latín”, en la página 278 dice:” Lluc, masc. nomb. Prop. de varón, Lucas”. Me parece oportuno y necesario señalar aquí, que en el interesante trabajo de Joan Miralles i Montserrat “Prenoms dels homes d´armas mallorquins de 1359” (Miscel.lánia d´homenatge a Enric Moreu Rey. Vol. II. Publ. de la Abadía de Montserrat, 1988) vemos que de los más de 4.000 nombres analizados no aparece para nada figura el antropónimo “Lluc” a mediados del siglo XIV. Resulta evidente que en la “part forana" de la isla no se daba este “Lluc” como antropónimo, y mucho menos, para justificar la abundancia y extensión de los aquí señalados.
Una excepción, claro está, es la de los modernos nombres de poseedores de fincas como algunos: “Can Lluc” o “Son Lluc”; que suelen empezar a surgir en documentos de los siglos XV y XVI y que corresponden a las abreviaturas catalanas de “Ço d´en” y “casa d´en”; aunque no en todos los casos: como Son Fang, Son Ullastre, Son Romeguer, Son Tomátiga, etc.

2.- Lluc como proveniente del árabe “ribera de un río o del mar”.

José Mª Quadrado en su “Historia de la conquista de Mallorca” (1850), Pág. 452, nota I, dice:”Lluch es ribera de un río o de un valle, pero también se aplica a la costa marítima como se ve en Lluchmayor, costa mayor, Lluch-alcari, alquería de la costa”. Y aunque este historiador se apoyara en el arabista Pascual de Gayangos; es muy diferente la grafía del ludjdj de Quadrado, que el Lûq expresado en la versión árabe del Llibre del Repartiment.

3.- Lluc como proveniente del latino Locus-i: “lugar”

Así lo hacen J. Coromines y J. Mascaró Passarius en su obra Onomásticon Cataloniae[8] al opinar que el origen de Lluc, cuando no forma compuestos (Lluc, ALluch, etc.) deriva del latino “lucus” ‑bosque sagrado‑; y cuando forma compuestos (Lucmabat, Lucabenhandax, etc.) hay que buscarlo en el también latino, "locus" -lugar-, pues tanta supervivencia de un término pagano en las Baleares, ya desaparecido absolutamente en románico, sería incomprensible, dicen los autores. La verdad es que no encontramos sentido etimológico a un lugar que se denomina simplemente “lugar”, sin definición o adjetivación alguna.
Se puede estar de acuerdo con Coromines y Mascaró cuando se refieren, a que “existió una palabra “LUC” “vivísima en la antigua lengua balear anterior a la conquista; apareciendo este elemento tanto junto a nombres evidentemente arábicos como a elementos románicos.”[9] Pero hay que discrepar de ellos radicalmente, cuando ambos autores pretenden, forzadamente, una no demostrada arabización de la " U " inicial en " O " para justificar LOCUS (lugar) en detrimento de la grafía inicial en " U " del LUC original tal y como figura en los textos del " Repartiment" y en la mayoría de la documentación medieval.

4.- Lluc como provinente del latino “lucus”, “bosque sagrado”.

Esta es la propuesta mayoritariamente admitida en nuestros días, que representa el paradigma digamos “académico u oficial”[10], en que se propugna que Lluc procede del latino lucus: “bosque sagrado”.
Una de las referencias más antiguas que he encontrado para esta interpretación etimológica del LUC,[11] LUCO, LUCH, LLUC, LLUCH, ALUC, ALLUC o ALLÚCH, que son las formas simples más habituales, parece hallarse en el Diccionario de Autoridades de 1734 en que se define el Luco castellano como “bosque o selva de árboles”.
Posteriormente idéntica interpretación en el “Glosario de voces ibéricas y latinas usadas entre los mozárabes” de Francisco Javier Simonet; publicado en Madrid en 1888, que se basa, según cita explícitamente su autor, en el “Nuevo Diccionario latino – español etimológico” de Raimundo de Miguel y el Marqués de Morante, publicado en Leipzig en 1867. Pese a que estos últimos, solo se refieren, con excelente criterio, a la voz latina “lucus” como “bosque sagrado”; lo cual es correctísimo; es el propio Francisco Javier Simonet quién da el salto al vacío, presuponiendo que los topónimos LUC, LUCO, LUCH o ALLÚCH provienen del latino “lucus”;
Igualmente especulativo y teórico, aunque con mucha más prudencia, se expresa el D.C.V.B.[12] cuando dice: “ens inclinam més aviat a admetre l´origen llatí del topònim Lluc, que seria germà del cast. Lugo (cf. REW 5152.)”. Otro salto al vacío; solamente porque en el Romanisches etymologisches Wörterbuch de W. Meyer-Lübke, publicado en 1935 en Heidelberg, cita en su entrada 5152 la pervivencia de la voz romance “lucus”: interpretándolo como “bosquecillo”, sin que sepamos la presencia real de esa palabra en aquellas sociedades, apoyando su demostración además, en el topónimo “lucus”, que está muy repartido, menos en Rumania.
No es el momento de exponerlo o desarrollarlo aquí, pero sería muy interesante averiguar cuales eran realmente las características geográficas concretas de los “lucus” (bosques sagrados) latinos [13] y si su área de expansión fue mas allá de la península italiana.
Además, no deja de ser significativo que algunos de los más conocidos nos remiten a una zona salvaje, en donde el agua estaba muy presente; al hablar de “lucus”¿ estamos hablando de “bosque sagrado” o de “zona sagrada en un bosque en donde el agua tenía una singular importancia”?Lucano el escritor clásico nos dice: “había un lucus inviolado a lo largo de todos los tiempos” Tenemos, por ejemplo: “lucus Bormani” junto al río San Pedro (Diano Calderina, Italia) y sabemos que Bormo o Borman, era una divinidad tutelar de las aguas termales; “lucus Mefitis”, Mefitis era un demonio de las exhalaciones sulfurosas de los manantiales; “lucus Furrinae”, Furrina era una diosa del inframundo y ligada al agua, su templo, fuera de Roma estaba en un paraje no habitado y sin cultivos, recuérdese el “flamin Furinalis” del manantial del Janículo; “lucus Poetelius” ( ¿putidus?), “lucus Murtia” en donde se nos remite a una raíz *mor de agua pantanosa. La famosa “Fiesta de Helenos”, otro dios del inframundo se celebraba en el “lucus” junto a la desembocadura del río Tiber; el episodio de Numa Pompilio y la ninfa Egenia y en donde “lucus erat quien médium fons perenni rigabat aqua”; También en el lado occidental del lago Fucino hubo un “lucus” dedicado a Angicia (angio = serpiente); “Lucus Ferentinae” en Marino, fuente que da origen al río llamado “Marrana del pantano”. “lucus Feroniae”; bajo la protección de Feronia, diosa subterránea surgía el agua. (Meandros del río Tevere). “lucus Anna Perennae”. Una ninfa fluvial oculta en la “amnis perennis” (corriente perenne) del río Numicus. “lucus camenarum”. Las Camenae eran originariamente diosas de las fuentes. “lucus Asyli” entre el Capitolio y el río Arx, un lugar denominado “inter duos lucos”, etc.
Además, fuera ya de la Península italiana, los nombres célticos para los bosques sagrados y estructuras consagradas se denominaban: Nemeton (Estrabón XIII, 5, 1). Hallamos distintas formas, como el Drunemeton de los Gálatas, Nemetodorum en la Galia, o incluso otras denominaciones, como el Sacrum Burandonum Ilicetum mencionado por Marcial (4, 55, 23) en la Celtiberia.

5.- Luco o Luc (us) como proveniente del radical i.e. *Leuk-luminoso, resplandeciente, brillante.[14]

Algunos topónimos europeos como Lucotecia, en Estrabón y Ptolomeo (actual París), que han sido interpretados bajo este radical como ciudad de la luz y que más adelante analizaremos en detalle.
Así como toda una serie de ríos, citados en la Historia Natural de Cayo Plinio II: Lucus (río de Frigia), Lucus (río de Jonia), Lucus (río de Eolide), Lucus (río de Cilicia), Lucus (río de Capadocia); que provendrían, en sugerencia de Fco. Villar [15]de la raíz *Leuk-/Luk- “claro, blanco luminoso”.
Sin cerrar esta posibilidad en algunos casos, creemos que el radical más habitual hay que buscarlo en la raíz i. e. * Lak; Laku-: agua quieta, estanque, agua encharcada, que más adelante detallaremos y que sería lo característico de estos ríos.

6.- Luc como proveniente de la divinidad céltica Lugh.

Como se ha propuesto, con nulo fundamento, para infinidad de topónimos, no solamente en la serie clásica de los “Lugdunum” que más adelante analizaremos, sino en muchos topónimos actuales: Lugo, Lugan, Luque, Luco de Jiloca, Luco de Bordón, Barranco de la Lucosa (Aguilar de Alfambra), [16] incluso el propio Lluc mallorquín, etc. etc.; que muchos autores explican en función de diversas raíces i.e. : *leuk = brillar, lucir ; *Leu-g- “negruzco” que habría dado el galo lougos = cuervo, que sería su animal emblemático.[17] O incluso y más rebuscadamente, con “linkiiant” basada en *Leuhg = juramento; emparentado con el irlandés Luige, Lugae: juramento. Dando lugar así, a una especie de “deidad-juramento”[18] como sostuvo H. Wagner.
No se pretende, con la nueva propuesta etimológica que presentamos, anular una serie de topónimos actuales que pudieran provenir, si así se demuestra, de los supuestos anteriores ya que, evidentemente, encontraremos temas sobre una:
Base antroponímica:[19]
Lugenicus, Lugaunus, Lugetus, Lugidamos, Lugiola, Lugissius, Lugius, Luguselva; Lucotorix (Caudillo Británico), Lugetus (ceramista galo), Luguadicus (padre de un uxamense de Segovia) y un largo etc.

Base teonímica:(relativa al dios Lug)
Lugoves – en celtíbero- (Peñalba del Villastar, España)[20], Lugoves, en plural (Osma, España. C. I. L. II, 2812), Lugoves (Avenches, Suiza. C. I. L. XIII, 05078), Lugovibus (Bonn, Alemania C. I. L. XIII, 8026), Luguei (Luzaga, España. M. L. H. 111633) etc. etc.

Base etnonímica: El pueblo de los Lougoi (Ptolomeo II, 3, 8) en Escocia, los Luggonoi en el N. O. de la Península Ibérica o los Lugii, (habitantes de los pantanos del Vístula), etc.

Y sobre otras bases, que pudieran, si así se demuestra, derivarse de (lucus) bosque sagrado o de (locus) lugar.
El presente trabajo no excluye o invalida estas opciones cuando se den y se demuestren.
El problema consiste, precisamente, en la posible confusión que se viene arrastrando en la etimología, motivada por la fácil homofonía de este LUC, LUCO, LUCH o ALLÚCH.
La nueva propuesta etimológica aquí planteada, no es otra, que el Lluc medieval mallorquín, tiene su origen en la misma y antiquísima raíz indoeuropea que sirvió para la formación de las palabras que en Ilírico, céltico y gálico se empleaban para designar a: “lagunas, zonas pantanosas, canales de agua embalsada, praderas con grandes humedales ”;[21]
Albert Carnoy nos habla de un sustrato proto indoeuropeo anterior [22]sobre la base de una raíz * Lak; Laku-, para definir el agua quieta, los estanques, o el agua encharcada. Julius Pokorny se refiere raíces * Lu-g-:* Lū-g-: para definir una zona pantanosa.[23]
Joshua Whatmough en su obra The dialects of ancient Gaul (1944) ya anticipaba *Luco como zona pantanosa (Pág.512)
Hans Bahlow (1900-1982); que dedico su vida académica al estudio de los nombres de lugar, llegó a la conclusión de que una larga serie de hidrónimos, en los que se hallarían las raíces: *Lug, *Log, *Leg, *Lig y *Lag derivarían de tiempos prehistóricos y tendrían un significado genérico de “pantano, zona anegada” en sus múltiples variedades (laguna, charca, canal, torrente embalsado, meandro de río, embalse.)
Modernamente autores como Xavier Delamarre, en su Dictionnaire de la langue gauloise han propuesto “Locu” como “lago”.
Igualmente, A. Falileyev (2007) en el Dictionary of Continental Celtic Place-names, se refiere a “Locu” para el mismo concepto.
En cuanto a la antigüedad del radical es difícil señalarlo; sabemos que Estrabon menciona en su Geografía un “λούγεον” que ha sido identificado como el “Lago Cerknica” en Eslovenia; que estuvo habitado por tribus Ilirias y posteriormente célticas.
Poseemos, sin embargo, algunas interesantes confirmaciones geográficas y paralelismos, que evidencian la similitud filológica e interpretativa del nombre. Si retrocedemos en el tiempo vemos que en antiguo ilirio lugo significa “laguna”[24]. El latino “lacuna -ae”= laguna (de lacus)[25].
Luch y loc´h significan “lago”o “estanque” en goidélico, el irlandés temprano. En córnico y en bretón, es decir en céltico común: loco es “basal”, “lugar pantanoso”. En galés “loch” es “laguna” En eslavo eclesiástico ruso, el primer ruso escrito, Luză señala la “ciénaga”, el “charco”. En lituano Liūgas es “lodo, encharcamiento”. En alemán loch es “agujero”, “hueco”. Y en muchas zonas de Alemania Luch[26] se aplica todavía hoy, a las zonas pantanosas. Incluso la voz vascongada Lecuitua (de donde procede el topónimo Lequeitio) quiere decir “lugar anegado”. El mismo nombre latino, lacus, no es sino una traducción del loco céltico. En esloveno, lóka es una “pradera pantanosa” y en eslovincio o cachubo occidental, Lúg significa “pantano”, “torrente”. En ruso Lug significa “pradera”. En letón Luocis significa “curvatura” o “meandro” de un río. En polaco Locz es el término para designar al carrizal o juncal anegado. Incluso en árabe, dispondríamos de un posible préstamo anterior:”lufdj”, con la pérdida de la radical fâ´ que significaría: “laguna, canal o cauce anegado”.[27] En irlandés loch todavía significa “lago”. En Italia muchísimas “lagunas” se llaman lucos. En Andalucía, tierra de marismas y caños, las “lagunas” son llamadas lucios. Y en gran parte de Aragón, se refieren a las “zonas anegadas” como lucos.[28] En una lengua tan alejada de nosotros como el ruso, todavía Kaluga es “pantano, laguna”, y Lyscsa (pronunciado Lúscha) es “charca”. En eslavo “Luza” denomina una región pantanosa: Lausitz (famoso por la cultura arqueológica que toma su nombre) y que en el año 1005 se llamaba Luzici.
Luká significa “la curva o zona de prados anegada por el meandro de un río”; asimismo, Lug es, también en ruso, “pradera pantanosa”. En la lengua asturiana Llucera equivale a “lugar lleno de barro, encharcado” y Llucía a “charco helado”. En la Suiza germano parlante: Loucha o Läuche [29], denomina a las “praderas pantanosas”.
Incluso en Sudamérica, por influencia de la colonización española, se denominan Llucos a las lagunas y aguas retenidas en los prados; lo que nos indica que el topónimo estaba vivo y era habitual en España en torno al 1500, manteniéndose su continuidad, como se ha visto anteriormente, en muchas regiones españolas.
Evidentemente la forma antigua sería Luco y posteriormente se produciría la característica pérdida de la “–o” final por influjo del superestrato árabe en muchas zonas de la Península, ya que la “o” final es prácticamente inexistente en árabe. Aunque muchos /luch, lux, lutx /, podrían ser producto de la denominada lenición céltica procedente de una oclusiva velar sonora originaria como *lucu.
Podemos añadir, en apoyo de la propuesta aquí planteada, que en un alto porcentaje, cuando los “Lluc” mallorquines y menorquines forman compuestos con otra palabra; esta posee también un claro valor hidronímico: “zanja o canal de desagüe”, “presa, “dique” o “piedras para retener el agua”; “desembocadura”, “Qanat”, “curso bajo del río”, “frío”, “sucio”, “ribera”, e incluso nombres célticos y paleo europeos de ríos como “Alari”, “Ornia”, “Danu”, “Trebia” etc.
Las formas en que hallamos estos Lluc, mallorquines y menorquines, son muy variadas, ya en estructura simple o doble, como resultado de algún proceso de derivación o composición; y serán analizados más adelante, en el conjunto de las distintas series.
Conviene, no obstante, señalar previamente, que en los casos de hibridación. (Lluc + otra palabra), encontramos horizontes culturales diversos (catalanes, árabes, latinos y prerromanos)[30]. Si a esto le añadimos la abundancia y extensión del topónimo, no sólo en Mallorca sino en Menorca, península ibérica[31] y continente europeo, veremos claramente que, su antigüedad, abundancia y específica área cultural de expansión, son, una confirmación más de la etimología propuesta.
Además, dado que el topónimo no pertenece al área lingüística del catalán, o del árabe, o latín, nos lleva necesariamente a las poblaciones prerromanas de Mallorca y Menorca. No de Ibiza bajo temprana influencia púnica. Ya que no existe el topónimo documentado en época medieval; sí algunos modernos de propietarios llamados Lucas (Lluc).
Además, en aquellas épocas prehistóricas y protohistóricas, la arqueología balear documenta escasísimas urbes, con lo que lo más lógico sería pensar que el topónimo, singularizaría rasgos distintivos del paisaje al objeto de definirlo, bajo la perspectiva de un sentido eminentemente práctico y orientativo, como se apreciará en el análisis particularizado.
La evidencia cruda es que en Mallorca y Menorca los “Luch“medievales analizados, nos remiten a una depresión orográfica, proclive a anegarse con facilidad, una zona pantanosa o a un río que se embalsa. Igual que en muchísimos casos del continente europeo.
Las consecuencias que se derivan de la abundancia y extensión de este hidrónimo en Mallorca y Menorca van más allá de la lingüística y alcanzan a la arqueología en el sentido que evidencian un sustrato prerromano de poblaciones pre célticas y célticas; iniciado posiblemente en el neolítico y continuado a través de las épocas del Bronce y del Hierro europeo, en donde elementos propios de las culturas: Campaniforme, de los Túmulos, Campos de Urnas, Ilíricos, ligures y propiamente célticos o celtibéricos, no son ajenos al registro arqueológico: cerámica, armamento, artefactos diversos, elementos decorativos, simbolismo, etc. Asimismo la antroponimia y toponimia antigua, que delatan un fuerte componente indoeuropeo y céltico, refuerzan este horizonte cultural de influencia.
La prueba definitiva estriba en que la totalidad de los “Lluc” aquí reseñados corresponden geográficamente a embalses en torrentes, lagunas, depresiones lacunares y zonas pantanosas. Circunstancia que se repite en la serie peninsular y europea analizada.
Veamos en primer lugar, un pequeño muestreo, de una inmensa serie, que pueden confirmar estas suposiciones; pues únicamente la comparación de topónimos similares y el respeto a las leyes lingüísticas, e históricas, puede llevarnos a series de idéntico significado (geográfico, teonímico, etnonímico, antroponímico, etc.) Y, lógicamente, a conclusiones aproximadas. Empecemos con algunos ejemplos clásicos.

Lugdunum [32](Lyón)
El actual Lyón (Francia); la ciudad galo-romana que diera nombre a la Galia Lugdunensis (Plinio Hª. Nat. 4. 107), se asienta y desarrolla en la colina de Fourvière, junto a la depresión lacunar que forman la confluencia de los importantes ríos Saône y Rhône. Investigaciones recientes han demostrado que el lugar estaba anegado en época de La Téne.
Respecto al origen de su nombre, existe una leyenda asociada al dios céltico Lug y su cuervo – λοŭγος- = cuervo, en la fundación de la ciudad, aunque se trata de una leyenda interpretativa (Clitophon, Libro 13), por lo que algunos autores han buscado su etimología en base a “la colina del cuervo”, “la colina del dios Lug” o “la colina luminosa” - *leuk = luminoso, brillante -.
Personalmente y en base a Julius Honorius cuando en su “Cosmografía” del siglo IV dice refiriéndose al Ródano ( Rhône ): “ su curso mediano junto a Lyón forma un codo rico en meandros” y a un texto de Gregorio de Tours ( Históire des Francs V, 63 ) que dice: ”El Ródano, mezclado ya con el Saona inunda sus riberas, causando graves daños a sus pobladores y desmorona en parte la muralla de la villa de Lyón”; me inclino por una derivación de λούγεον = “pantano, ciénaga, marisma”.[33] Efectivamente, la configuración de la villa antigua en la confluencia de estos dos ríos, que terminan en una especie de codo cerrado o cloaca en la zona actual de Saint Martin – d´Ainay, refuerza mi opinión de que estamos mas cerca de la realidad geográfico descriptiva, cuando interpretamos la etimología del topónimo Lugdunum como el “dun” o la “fortaleza del lago”.

Lugdunum Convenarum
Antiguo nombre de la actual St. Bertrand de Cominges ( Francia); la antigua villa galo romana, famosa por sus termas, estaba situada sobre una colina, junto a los meandros arenosos de un remansado río Garonna; fue conocida por textos de Estrabon, Flavio Josefo, San Jerónimo como importante lugar de la tribu céltica de los Convenes.
Similar etimología que en el caso anterior: “el dun o la fortaleza del lago, de los Convenes”.
Idéntico tratamiento para Lugdunum Consoranorum. Actual St. Lizier Cousserans, (Francia); en una zona elevada en la confluencia de importantes ríos como el Lez y el Arac. Villa galo romana y capital de los Consoranni.
O para Lugdunum Batavorum: Katwij, cerca de Leyden [34](Holanda), en los meandros del viejo y remansado Rhin, documentada zona pantanosa; patria de la tribu céltica de los Batavice. No era exactamente Leyden, que se llamaba “Matilo”. Debía estar junto al estuario en Brittenburg.
Y finalizamos este muestreo sobre los diversos Lugdunum,[35] con Lugdunum Vocontorium actual localidad de Luc- en – Diois (La Drôme, Francia) un precioso valle con las impresionantes lagunas del río Drôme.
En la zona elevada, correspondiente al Pic de Luc y a la colina llamada “L´artillat” aparecen los restos del “dun” u “oppidum gaulois”, cercano a la zona lacunar. Tácito dijo de esta población que“Lucus, municipium vocontorium est”. Los voconcios fueron una tribu celto-ligur; al aliarse con Roma y obtener la calificación de “municipium”, el lugar pasó a llamarse “Lucus Augusti”; y así la denominó Plinio. Está documentada como Castrum de Luc en 1165 y Castrum Luci en 1201. Evidentemente misma explicación etimológica.

Existen otros muchos como Lugdunus o Lucduno (692) actual Loudon, Sarthe, Pavigné – l´Evêge (Francia) famoso por los “Etangs de Loudon”.

Artodunun (Actual Arthun, Loire, Francia), en una zona de grandes lagos.

Veamos a continuación otros ejemplos clásicos en donde se da la misma concordancia, toponímica y geográfica.
Castrum Luguido (It. Ant. 79-81) en la localidad de Oschiri (Cerdeña) a escasa distancia del imponente Lago Coghinas
Luguvallium (Carlisle, Cumbria, Inglaterra)
Junto al río Eden en una zona donde se halla el Parque Nacional de los Lagos y que etimológicamente se ha interpretado como “fuerte o empalizada sobre las aguas” o como “Lugubalum” “laguna de los juncos”; en las tierras pantanosas de Westmoreland. (Rav. Coms. Siglo VII, menciona “Lugubalumi”).

Lu(co)tecia (París)
Antiguo nombre de París.
Lucotecia para Estrabón y Ptolomeo y Lutetia para César.
Recordemos que en el año 52 a de C. los romanos no tenían sino un modesto poblado de pescadores y remeros, amenazado por las crecidas del Sena. Incluso el nombre del barrio de Marais se debía a la zona pantanosa existente todavía en la Edad Media.
Julio César en su Guerra de las Galias (B.G. 7.57.1) describe el lugar de París como una zona pantanosa, una ciénaga, habitada por la tribu céltica de los Parisii de quienes comenta vivían “in insula flumen Sequanae”.
De nuevo coincido con J. Whatmough en la etimología propuesta sobre la base de * Luco = laguna, pantano. Y no con las tradicionales etimologías de ciudad de”la luz”, en base a la raíz *Leuk.
Es muy abundante la especulación etimológica que se ha hecho sobre París.
Lugidinum (Troppau).

Citada por Claudio Ptolomeo (Germania Magna, II, 3, 83) y que algunos autores como el ingeniero eslovaco Ján Husník han situado certeramente en la localidad de Opava o Troppau en la Republica Checa junto a un embalsado río Opava.

Lucus Asturum (Entre Lugo de Llanera y Lugones (Siero, Asturias)

Lucus Asturum era un antiguo campamento romano y posterior mansión romana situado en el actual Lugo de Llanera, Asturias, en el conventus Asturum de la provincia Tarraconensis.
Este campamento era el centro de enlace de las vías romanas en Asturias y de allí partía una vía que lo unía con Cantabria y otra hasta Asturica Augusta (Astorga).
Esta población estuvo habitada por la tribu de los luggones desde antes de la llegada de los romanos.
En el Anónimo de Ravena (siglo VII) podemos encontrar el núcleo de Lugisonis, identificable posiblemente con la población de LLugones.
Hay una zona entre Lugones y Llugo de Llanera, conocida como Campo de la Morgal “que presentaban una importante tendencia al encharcamiento” [36] y que probablemente formaría esa gran laguna, ya que el topónimo original era LLamorgal.[37] Aunque, lógicamente, siempre nos quedará la duda si este topónimo tiene su origen en el nombre la tribu de los Luggones.

Podríamos continuar con LUCUS AUGUSTI (Lugo. Galicia). Delimitada por los cursos fluviales del Miño y del Rato, que jugarían un importante papel defensivo ya que la ciudad antigua[38] se asienta sobre un espolón rocoso, en los amplios meandros que el río Miño forma en esta penillanura. [39] Conocida también por sus ricas surgencias termales. La fundación de Lugo por Augusto debió ser otra refundación sobre un asentamiento celta, como en tantos otros sitios (Lyón/Lugdunum; Luc-en Diois/Lugdunum vocontorium, después Lucus Augusti, etc.). En la Edad Media se la conocía simplemente como Luco.

Lucurgentum (Morón de la Frontera) Es una zona pantanosa de grandes humedales, gran parte ocupados actualmente por la Base Aérea. Es muy significativo que en el siglo III Morón se llamase “Mouror”, sin duda de la raíz *Mor que designa pantanos y marismas desde épocas prerromanas.

Lugio (Lougionon (Ptol. 2, 15 ,3) (Dunaszekcso; Hungría)

Locociacum (actual Liguge, Vienne. Fr.)

Y quizás, aunque con muchas reservas y dudas, por la estructura distinta de su raíz: Contrebia Leukade (margen derecha del río Alhama y bajo cuyo poblado hallstáltico se accede a la cueva de los lagos, con enterramientos del Bronce Final)

El barniz árabe de las grandes lagunas.

Aparentemente Lluc no tiene paralelos directos en árabe, ni en la toponimia de origen árabe en las tierras peninsulares de Sharq‑ Al‑ Andalus. Lo que no significa que no existan préstamos toponímicos de esta misma raíz, como sucede con otras del norte de África, procedentes de culturas anteriores.[40]
Es conocido el fenómeno de adaptación y a la vez mantenimiento de los topónimos prerromanos con la llegada de los musulmanes a España a principios del siglo VIII. Es frecuente observar ese respeto por el topónimo anterior, en la nómina fluvial que han trabajado algunos investigadores[41]: Anas, Aratai, Acci, Baetis, Durius, Iberus, Saramba, Salsum, Sicoris, Sucro, Tagus, etc. etc.; incluso tras el típico “Wadi” = río. Así tenemos el Guadamiro, Guadalupe, Guadalturon, y muchos otros, que los investigadores pretenden que sea un recuerdo del “moro” en España y en realidad encubren un prerromano sobre la raíz *mor (zona pantanosa).

LQNT / Lucentum (Alicante)
Joan Coromines en su Onomásticon Cataloniae [42] dice del topónimo Alicante: “Menéndez Pidal ya se daba cuenta que era de antes (de los árabes) calificándolo de Ligur” Y otro gran investigador, Schmoll; lo colocó también como pre-céltico indoeuropeo, en su libro básico sobre los elementos sorotápticos;[43] el lenguaje de las poblaciones prehistóricas de los Campos de Urnas.
Este LQNT indígena es, sin duda, anterior a la supuesta, según Diodoro, fundación de Alicante por Amilcar Barca en el 231 a. de J.C.; que no fue, de hecho, una fundación, sino un establecimiento cartaginés sobre un poblado indígena anterior, que mantenía una importante factoría comercial griega, llamada por los propios griegos Akra Leuke =peñón blanco,[44] lo que motivó enemistad política con Massalia. Seguramente, por este antecedente onomástico griego, los romanos llamaron al LQNT indígena, con nombres como: Castrum album, Lucentum, Lucentia, Lucentes, etc.
“Esta base *Luk(q)ant o posiblemente * Luk(q)anto nos indicaría una procedencia Ligur o celto-ligur muy antigua”[45]. En obras de geógrafos árabes del siglo X ya se encuentra la forma “L.q.nt”.
La propuesta que aquí se plantea es que L.q.nt equivale a “luc” + la terminación aumentativa “and/ant” “end/ent”, y que significaría: “la gran laguna”, como debían llamarla los indígenas del poblado prehistórico de El Tossal de Manises, [46] elevado unos 40 mts., a la gran zona lacunar y pantanosa, conocida hoy todavía, con el nombre de “La Albufereta”.
Posteriormente el godo Teodomiro de Oriola firmó un pacto con Abd-Al-Aziz en el año 713 y el antiguo núcleo indígena de “Lqtn”, posterior “Lucentum” romano, pasó a llamarse Medina Laqant, o Al Laqant, de donde el actual Alacant o Alicante.
Refuerza esta proposición etimológica una serie de “Lqnt” o “Al Laqant”, derivados con el paso del tiempo en Alicante o Alicantí actualmente, de la península ibérica y de Mallorca que nada tienen que ver con “peñas blancas” y sí con grandes lagunas o zonas pantanosas. Es decir, que tuvieron su origen sin duda, en nuestro “L.q.nt” prerromano.
En Badajoz, estaba el distrito berebere de Laqant, un área geográfica rica en lagunas, como la llanura hondonada de Fuente de Cantos, en la Beturia céltica de Plinio; con los importantes yacimientos de Castillejos I y II.
El geógrafo anónimo de Rávena recoge, en esa zona, una antigua LACUNIS[47] entre Contributa (Medina de las Torres) y Curiga (Monesterio). Asimismo, la Mansio Lacunis está referida a Fuente de Cantos. El topónimo permanece todavía vivo en la zona como “La Albufera” o “La Albuera”; al lado del “Baldío de la Grulla” y en los meandros del río Viar, en donde permanece vivo el topónimo “Gallicanta” y “Cantalgallo””, que en este caso, como en el ejemplo que veremos seguidamente, no es sino una deformación del “Al L.q.nt” árabe. Significativamente esta depresión lacunar del “L.q.nt” de Badajoz, se halla entre Medina de las Torres y Monesterio, cerca de Fuente de Cantos donde el Anónimo de Rávena sitúa la citada y clásica “Lacunis”.
Existió otro Lacant que nos ha dejado, en la actualidad, el topónimo Luchente o LLutxent;[48] se trata de Lacant al Hosum citado por Ibn Jaldún cuando nos habla acerca de Zayyan, que tras haber sido depuesto por Ibn Hud en el verano de 1241, se retiró al castillo de Lacant-al-Hosum. Una zona de humedales, proclive a anegarse con facilidad.
Y todavía conocemos de la existencia de otro Lacant-as-sugra[49] (sugra = ¿menor?); que no se ha identificado, pero que también se hallaba en la región valenciana.
Otro ejemplo esclarecedor son las famosas lagunas de Gallocanta (Daroca, Zaragoza) que figuran, originariamente como “laguna de Allucant” [50]en el Fuero de Molina de 1142.
Quizás debiéramos añadir aquí – (aunque con todo tipo de reservas ya que pudiera tener su origen en el árabe “Alcántara”= el puente) - el topónimo lusitano “Aluqantri” en Alcantarilla de Silves (Portugal) en cuya zona costera hallamos una extensa área de albufera y humedales.

En Mallorca tenemos bien documentado en 1232, en el Llibre del Repartiment, la alquería Alecanti (Alecantj) de 6 jovadas, en el actual término de Lluchmajor; en un área de humedales, con gran abundancia de aguas, manantiales y embalses. Una zona que en la antigüedad prehistórica debió estar anegada, en gran parte, con toda seguridad. Y que curiosamente conserva topónimos como Es Péleg[51], Miner, Perola, Pontarro, Bassas dels horts, Samar y que se halla a un kilómetro escaso del actual pueblo de Lluchmajor, que con bastante posibilidad tenga en la latinización de esta “amplia zona pantanosa”, o “Lqnt”, la clave de su etimología; de Major –ōris (Magnus)= grande, en una forma “Maior”, como las portuguesas. En el siglo VI se parceló aquel importante predio de Alacanti. [52]
Otro ejemplo, en el actual término de Muro, también en Mallorca, está documentado en 1246: el topónimo Alacanti, que corresponde a la posesión y terrenos de Alacanti Vell y Alacanti nou, cerca de Son LLeig.
Son terrenos que forman una gran depresión, una cubeta orogénica que actualmente queda con agua embalsada durante gran parte de los meses lluviosos de invierno y debió ser una zona pantanosa permanente, en épocas pretéritas. La ocupación prehistórica está bien documentada ya que en esta posesión, exactamente en “Es sementer d´ abaix” existen ruinas talayóticas y también junto a las casas prediales aparece, en superficie, abundante cerámica romana fragmentada. En 1830 D. Simón Alzina tradujo del latín una historia del pueblo de Santa Margalida, escrita por D. Juan Verger Guasp, que publicó como folletín en el Diario de Palma. Dice que en el lugar llamado Alacanti, hacía 1740, se hallaron, en una gruta, gran cantidad de “ídolos mutilados”, no especificando más, ni donde fueron a parar.

Alacanti (Pollença)
Otro ejemplo, de idénticas características geográficas, está recogido en 1250 como: Alacanti, en el Tº de Pollença. Estaba situado en la zona baja de la villa; conocida desde el Repartiment como “Tarsilbet”; un área proclive al embalsamiento, en las inmediaciones de la Iglesia del Roser Vell y la actual calle de Alacanti. Es conocida, popularmente como “Ses Ufanes” que encharcaban los antiguos huertos árabes hasta el “Camp de l´Hom” y daba lugar al “Rec”. En las inmediaciones la depresión del “Vall de Santueri” y en cuyas cercanías, ligeramente elevados, se hallan los restos talayóticos de Puig Boter, y el poblado talayótico de Can Daniel. [53] Toda la zona del “Vall de Santueri”[54] era en la antigüedad una amplia zona pantanosa.

Río LUCUS o Loukkos (Larache)
Incluso en la fachada atlántica africana hallamos junto a Larache el río Lucus, que formaba, antes de la construcción del pantano de U. Makhazine, enormes extensiones lagunares en su desembocadura.
Perteneció a la provincia romana de Mauritania Tingitana; en unas de sus orillas todavía se conservan las ruinas del asentamiento fenicio de Lixus; así se llamó el río en época bizantina.

Al Andalus (Andalucía)

Entre algunas de las etimologías propuestas para este topónimo están las de: R. Dozy (1820-1833) que sugirió “Vandalicia”,”tierra de vándalos para la Bética; cuando sabemos que los vándalos apenas estuvieron en estas tierras del 411 al 429; tiempo demasiado escaso como para consolidar un topónimo de esta envergadura. Joaquín Vallvé (1986) que en su trabajo sobre la división territorial de Al Andalus sustituye, sin ningún fundamento, “Ándalus” por “Atlántico”, analizando una geografía, que, lógicamente, ha de coincidir con las fuentes clásicas. H. Halm (1989) que sostiene que Al Andalus es una simple arabización de la palabra goda (los visigodos permanecieron desde el 468 al 711) “Landahlauts” = tierra de sorteo, herencia o reparto.
El nombre de Al Andalus, apareció por primera vez cinco años después de la conquista islámica, en una moneda bilingüe.
Actualmente sabemos que el Guadalquivir desembocaba hace cinco mil años a la altura de Coria del Río, un poco más debajo de Sevilla. Los arrastres del río fueron formando un extenso lago, que posteriormente, con los sedimentos fluviales darían lugar a las amplias marismas del Guadalquivir.
Otros cursos de agua y lagos, de los antiguos territorios célticos aportan hidronimia similar: El río Andelot al Oeste de Vichy (Francia). El río Andelucho, en los montes de Toledo, proclive a embalsarse, el río Andelús en Eure (Francia), el río Andaluz en Soria, proclive a meandros y estancamientos porque discurre por terreno poco inclinado y que en su desembocadura al río Duero cerca de Hortanzuela y Valderrada forma unos amplios humedales, con fresnos, álamos y sauces (en la zona el posible pseudo hagio topónimo Santa Lucía). Andeleska, en tres lugares diferentes (Lieberec, Karlovy y Bruntal), pero con la misma característica de formar marismas y zonas de aguas estancadas.
Personalmente tengo mis dudas, inclinándome, bien por una etimología basada en (Al) “Landaluc” = tierra de lagos o marismas. En donde la “L” inicial quedaría absorbida por la “l” final del artículo árabe “AL”.
O bien por “Andaluc” = gran lago; (And = grande + Luc = laguna) que con la fonología árabe, en ambos casos dulcificaría el “uc” final transformándolo en el “us” que conocemos y quedaría en Al andalús> Andalús y consecuentemente, nuestra actual Andalucía. Allí se encontraba, cerca de Jerez, el clásico “Pernix Lucis” de la Ora Marítima de Avieno y el “Ligustinus Lacus” Ligur. Únicamente recordar que en Andalucía – tierra de grandes y extensos humedales- a las lagunas se les denomina todavía “lucios”.

Ejemplos hispanos y europeos actuales.

Veamos, en un breve muestreo, más ejemplos de hidrónimos, sobre la misma base etimológica, ya que la serie sería interminable: El río Lorira (Ligara y Liger, en la Galia céltica, citados por César); Lugano (Suiza), famoso por su lago.
Bagneres Luchon (Francia), conocido no sólo por sus aguas termales, sino por la abundancia de lagos en sus inmediaciones (La Montagnete, L´Etang de la Frede, L´Etang de St. Beat, etc.),
Luçon (Francia) sobre las orillas del golfo de los Pictons entre los ríos Lay y Serve, con enormes zonas pantanosas (Marais de L´Anse de l´Aiguillon) e inundaciones frecuentes.
Lugnorre (Comuna de Haut Vully, distrito du Lac) junto al lago Neuchatel. Lugrin (Comuna de Chablais) en las riberas del lago Leman.
Luc sur Aude (Departamento del Aude, Cantón de Couiza, Francia.), “villa qui dicitur Luco” en el 889.
Luc sur Orbieu, (Departamento del Aude, Francia), “castrum Luci” en 1119 y tristemente célebre por las inundaciones de 1999.
Luc (Lozére, Francia).
Lugo di Venaco y Lugo di Nazza (Córcega) con lagos importantes.
Luco dei Marsi (lago antiguo, cuenca del río Fucino, Abruzzos, Italia).
Rhin-Luch, terrenos pantanosos entre el arroyo Rhin y el río Havel en la región de Brandemburg (Alemania)[55].
Lugan (León)
Según Pedro de Alba, cura de Voznuevo en su obra sobre la montaña de Boñar (1863) a esta zona se la llamaba “lucus grandis”; lo que hace suponer que nos hallamos ante un original *Luk(q)ant celto-ligur (gran laguna); que derivo en el actual Lugan.[56]
La aldea de Lugan está situada en el valle del río Porma; junto a un importante embolsamiento de dicho río.
Luco de Jiloca (Calamocha, Teruel, España), en la confluencia de los ríos Pancrudo y Jiloca. Luco de Bordón (España), ambos con zonas periódicamente inundadas; confirmado personalmente con los vecinos.
Torrent del Lluch (El Vendrell, Tarragona).
En la confluencia de la Riera de La Bisbal y el Torrent del Lluch en el núcleo histórico del Vendrell (Cataluña); han sido habituales y tradicionales las inundaciones en esta zona donde el torrente se embalsa; como las del 10 de Junio de 2004 en donde dos urbanizaciones pegadas al Torrent del Luch, El Puig y El Pélag quedaron con graves problemas y muy anegadas.
Lucar (Valle de la Almanzora; Almería)
Esta población junto a la rambla de Lucar todavía posee la famosa “Balsa de Cela” una auténtica laguna natural, famosa ya en época romana.
Ribeira de Lucefece (Alentejo, Portugal), Lucainena de Darrical (con las lagunas de un encajado río Adra en Almería), Lucena (Córdoba, curso medio del río Genil), Lucena de Jalón (Zaragoza), Lucena del Cid (Castellón), el añadido “del Cid” es de 1863 ya que en 1857 figuraba sólo como “Lucena”; está situado junto al río Lucena y allí mismo se hallan las “Badinas”(lagunas), unos preciosos “lucos” o lagunas rocosas naturales.
En la actual villa de Padul en Granada era una antigua alquería árabe junto a una gran laguna hoy desecada (Seco de Lucena); en este caso es interesante la relación con el topónimo Padul y Padules relacionados con lugares encharcados y lagunares.
Luque[57] y Río de Luque (Córdoba), con su laguna de “El Conde” o “El Salobrar”; la mayor de las lagunas estacionales del sur de la provincia de Córdoba.
Lucena del puerto (Huelva) En la zona de lagunas del Río Tinto.
Lago de Lucenza (Sierra del Courel, Orense), Lucio de los Ánsares ( Marismas del Guadalquivir), Río Lucio (Valle de Valdelucio, Burgos), Luchana ( casco viejo, ría de Bilbao).
Liguerzana (junto a un embalsado Pisuerga, Palencia), Ligos (en donde el Río Pedro, afluente del Duero forma un profundo cañón; Palencia), Luciana (en la confluencia de los ríos Bullaque y Guadiana; Ciudad Real), Lucillo (León) (hermosa laguna natural con leyenda de becerros de oro en su interior,).
Logana (celto-ligur y antiguo nombre del río Lahn: Alemania)
Así algunos otros, cuyo rastro toponímico se pierde entre leyendas como la del lago de Sanabria en cuyo lugar existía un pueblo llamado Valverde de Lucerna (Lucerna qui est in valle Viridis. L. Cortés Vázquez, R.D.T.P., I, Madrid)
Lüchtringen (Alemania) .Documentado antiguamente como “Luch”.
Luckonum (Brunswick, Alemania). En una zona de vados del río Oker.
Monte Luco (Espoleto, Umbría, Italia). Una zona habitada por los Umbros en el siglo VIII A.C.
Lugiocelo (actual Chaves, Portugal) a orillas de los meandros del río Tamega, con su puente romano.
Lucentiacum; actual Luzancy, Francia, en las orillas de un remansado río Marne.
Bannialuka (Bosnia) en las laderas de un serpenteante río Vrbas.
Sanlúcar de Barrameda, (Cádiz); en la margen izquierda de un remansado río Guadalquivir; el “lucus quem Oleastrum apellant” de Plinio y Pomponio Mela.[58], que muy probablemente se refiere a la “laguna de los acebuches u olivos”. Si nos fijamos en la imagen del Mapa antiguo de Sanlúcar veremos lo descriptivo que es el topónimo.
“Barra” es una palabra que recoge el significado de “dunas de arena junto al mar o en ríos”, como por ejemplo la playa de “Barra de Navidad” (Méjico). “Meda” esta claro que se refiere a la zona de “en medio”, como por ejemplo “Mediterráneo”, *sant es una raíz celto ligur, referida a “pantano” y “lucar” la pervivencia del “locu” = “laguna”, que venimos analizando. Evidentemente nos está señalando “una laguna en la barra de arena que hay en medio de la zona pantanosa” y muy posiblemente con plantaciones de olivos; como nos reflejan algunos antiguos mapas de Sanlúcar.
Sanlúcar la mayor (Sevilla) o Sanlúcar de Alpechin[59] a orillas del río Guadiamar; con abundantes restos de la Edad del Cobre y del Bronce Final; en época romana se le denominaba “ solis lucus”, “solucar”[60]; en época visigoda se denominó “solucus”.
Pero lo más característico para la explicación de nuestro topónimo es una geoforma llamada “Las cárcavas”, tres gargantas o depresiones que confluyen en una sola y delimitan el asentamiento urbano, proporcionando a la ciudad una defensa natural de inestimable valor. Estas cárcavas, eran la cuenca de evacuación del ámbito oriental del Guadiamar. Dadas las características fangosas y arcillosas del terreno me inclino a una explicación etimológica basada en la raíz *Sul = zona pantanosa, fangosa.[61] (Variantes *Sol, *Sil, *Sal que se dan en abundancia en la formación de hidrónimos) y que nos arrojarían un inicial “sulis lucus” en el sentido de “laguna fangosa”; que describe estupendamente la geomorfología de estas cárcavas.
Lucus Eporae / Ad lucos. (Epora, Montoro, Córdoba)
Es un topónimo bien documentado desde los años 40 del siglo I[62]; en la ruta de los “Vasos Apolinares”[63], en el vaso 4, se identifica “Ad lucos” al lado de la villa de Epora, actual Montoro.
Montoro está emplazado sobre un promontorio en el interior del meandro encajado que aquí forma el río Guadalquivir, que ciñe al pueblo.
Locrunio (965) Logronio (1095) actual Logroño
Que se explicaría con facilidad como el “vado de la laguna”, si aceptamos un originario “Lucugronio” que derivaría Lucugronio>Lucronio>Locronio> en el actual Logroño atendiendo a una realidad geográfica que se explica por los pasos naturales del río Ebro que existen en la zona, teniendo en cuenta que “gronno” o “gronio” es una voz celto-germánica que significa “vado”, “paso de un río”; y todo ello sin necesidad de ir a buscar complicadas, rocambolescas y sincopadas explicaciones etimológicas en base a un “Lucus Beronius” o “Bosque sagrado de los Berones”.[64]
Y una inmensa lista europea, cuya verificación necesitaría de un trabajo de equipo con medios, organización y presupuesto suficiente; entre esos otros posibles tendríamos:
Luc, Aveyron (Fr.) documentado como “de Luco” en 1341 y “de Lhuc” en 1261. Luc la Primaube.
Luc en Lozère (FR.) Documentado “Luchus” en 1352
Luch. (Bèziers, Herault. Fr.) Documentado “Luco” en 969 y “de Lucho” en 1242
Arluc (antiguo nombre de Saint Cassien. Alp. Mritim. Fr.) Documentado “Horluc” en 963; “Oriluco” en 964, “Arluco” en 978. Junto al famoso lago de Saint Cassien,
Lucgarier y Luquet (Pirineos Atlánticos. Fr.) Documentado el primero en 1434, y ambos junto al importante Lac de Gabas.
Monluc (Montheurt, Lot et Garonne, Fr.) En el descenso del Garona en Saint Leger et Monheurt.
Lucarré (Pirineos Atlánticos, Fr.) Documentado en el siglo XIII como Lucarree. Atravesado por el río Louet, afluente del Adour y por el Petit-Lèes, tributario del Lèez, junto al Lac de Momy.
Lugdarès (Saint-Etienne-de-Lugdarès, Ardèche, Fr.)
Vicus Luccas, Luccae, Loccae o Lochia; actual Loches, Francia; a orillas del Indre- et – Loire.
Lucerna (Luzern, Suiza). Junto a su famoso lago.
Locarno (Suiza) Junto al Lago Mayor.
Lucillos (Toledo) Junto a las lagunas del río Alberche.
Luceni (Zaragoza) Junto a los meandros de un embalsado Ebro.
Logrosan (Cáceres) Junto a la famosa Laguna del Tejar.
Lucena del Puerto (Huelva) En una de las zonas lacunares del Río Tinto.
Lucca (Toscana, Italia), zona pantanosa.
Lugoggalus; actual Ligueil, Francia; que podría provenir de un *lucu-oialo = tierra de lucus o lagunas ya que es significativo que se halle en la región de La Brunne, conocida como la región de los mil lagos.
“Luco de la Uerba” (Campo de Daroca, Herrera de los Navarros, Zaragoza), junto al río Huerva.
“Chibluco” (Loporzano, España). “Lebluco” (1099) y “Jovis Lucus” antiguamente, según algún autor; [65] en los meandros del río Flumen en un profundo barranco.
“Maluque” (Maderuelo, España). Pequeño despoblado a un escaso kilómetro de las impresionantes hoces del río Riaza. Quizás también Maluque (Guadalajara) en donde el río Henares forma enormes espacios de vega llamados “huelgas”[66].
“Arroyo Malucas” (Navalmanzano, Segovia). Un arroyo-río proclive al desbordamiento y embalsamiento, en una zona rica en hallazgos del Bronce Final (Cogotas I).
Valle dei Luchi (Caramanico, Parque Nacional de la Maiella, Italia)
Donde lo mas destacado es la laguna de rocas de Santa Lucía.
La mayoría de estos topónimos se hallan, en antiguas zonas ligures, célticas o celtibéricas, con asentamientos protohistóricos bien demostrados en las cercanías. Solamente señalar un ejemplo curiosísimo y que no creo se deba a la homofonía ni a los celtas: Lugu lake (lago lugu) en China, cerca de Lijian; en donde perviven una curiosas tradiciones matriarcales y que probablemente se debe, según los investigadores, a una antiquísima infiltración indoeuropea.

NOTAS

[1] J. Coromines. Tópica Hespérica. Ed. Gredos. Madrid, 1972. Pág. 10
[2]El paisaje del teónimo. Iscallis, Talabrigensis y la aspirina” en “Religión, lengua y cultura prerromanas de Hispania” Ed. de la Universidad de Salamanca. Estudios Filológicos, nº 283. Salamanca, Febrero 2001. p. 107-108.

[3] Existen cinco copias del “LLibre del Repartiment”, tres de ellas en latín: La primera; de Próspero de Bofarull del Archivo de la Corona de Aragón (ACA, 26): “Repartimientos de los reinos de Mallorca, Valencia y Cerdeña”. Colección de Documentos inéditos del Archivo General de la Corona de Aragón. Tomo IX, Barcelona, 1856; la copia más moderna de todas las medievales; que conviene tratar con precaución, ya que como el propio autor confiesa “más que copiar literalmente el texto hubo que interpretar en muchas ocasiones sus pasajes”. La segunda, posible copia del siglo XIV, conservada en el Archivo del Reino de Mallorca (ARM, 19), inédita pese al resumen efectuado por J. M. Quadrado, como apéndice nº 6 de su “Historia de la Conquista de Mallorca” 1850, que tampoco es totalmente una trascripción exacta, ya que Quadrado, que no dominaba el árabe, mezclaba los códices latino y catalán por él empleados. Y por último la tercera también latina e inédita, encargada en 1307 y conservada en el Archivo Capitular de la Catedral de Mallorca (ACM, 3. 401).
De las restantes, está en cuarto lugar el “Códex Catalá del Repartiment” (ARM, 18) de 1269; conservado en el Archivo del Reino de Mallorca; que resulta ser una traducción al catalán, con personales expurgaciones de frases, que no permiten hablar tampoco de una traducción exacta, de los textos latinos. Fue publicada por D. Juan Dameto, D. Vicente Mut y D. Jerónimo Alemany... y continuada por D. Miguel Moragues y D. José Mª Bover en su “Historia General del reino de Mallorca” (2ª ed. Palma 1841). De dicho Códex Catalá poseemos una actualizadísima edición, con la trascripción del texto original a cargo de Ricardo Soto Company (Ed. Govern Balear, 1984). Y finalmente en quinto lugar, el “Códice latino arábigo del Repartimiento de Mallorca” (ARM, s/n) en el Archivo del Reino de Mallorca, que presenta bastantes diferencias con los anteriores y que parece ser, según expertas opiniones, de más antigüedad. Publicado por J. Busquets “El códice latino-arábigo del Repartimiento de Mallorca (texto árabe)” tirada aparte del Homenaje a Millás-Vallicrosa, v, I C.S.I.C., Barcelona, 1954 (pp. 345-246) y J. Busquets “El códice latino-arábigo del Repartimiento de Mallorca (parte latina)” en B.S.A.L., XXX (1952) pp. 6-55. Es una estupenda edición facsímile en donde se respeta la estructura originaria del texto. De este último códice existía una publicación previa de F. Montilla Ruíz (o Ríos ya que hay dudas respecto a su segundo apellido) “El texto árabe del códice latinoarábigo del Repartimiento de Mallorca” en el Boletín de la Real Academia de la Historia, XCV, 1929 (pp. 602-637).
[4] Aparte de las abundantes fuentes documentales archivísticas para el estudio de la toponimia medieval, de las que Mallorca es un auténtico paraíso, pueden consultarse básicamente las obras de: Angel Poveda Sánchez: “Repertori de toponimia arabo- musulmana de Mayurca segons la documentació dels arxius de la ciutat de Mallorca (1232-1276/1229-1300)” en Fontes Rerum Balearium, Vol III (1979-1980) Fundación Bmé. March Servera. Palma. / Ricard Soto “Assaig de reconstrucció d´alguns ayza, alqueries i rahals de Mayurqa segons els protocols catalans de l´Escrivanía de Cortes Reials de Ciutat (1236-1276) i els LLibers del Repartiment”. Memoria de Licenciatura. Universitat Autónoma de Barcelona, 1978. / Antoni Mut Calafell y Guillem Rosselló Bordoy. La Remenbrança de Nunyo Sanç. Una relació de les seves propietats a la ruralía de Mallorca. Ed. Govern Balear (Consellería de Cultura, Educació i Esports) Museu de Mallorca. Arxiu del Regne de Mallorc Palma de Mallorca, 1993. / Guillem Rosselló Bordoy. Mallorca Musulmana. U. I. B., 2007. Alvaro Galmés de Fuentes. La toponimia mozárabe balear.Revista de Filología Románica, 2004, núm 21, 9-79. / Joan Coromines i J. Mascaró Pasarius. Onomásticon Cataloniae I. Curial Edicions catalanes, Barcelona, 1989.
Así como las abundantes obras de Ramón Rosselló Vaquer, L. LLiteras, Miquel Barceló, J. B. Ensenyat, Rosselló Bordoy, Joan Miralles, María Barceló, L. LLiteras, A. Sastre, A. Gili, Rafael Juan, P. Xamena, Jaume Capó, B. Font, G. Alomar, D. Cerdá, Josep Capó, O. Vaquer, M. Morro, E. Ribas, A. Ordinas, M. A. Carbonero, J. Muntaner Bujosa, M. M. Riera, J. A. Encinas, G. Alomar, H. Kirschner, B. Mulet, Alvaro Galmés, LLuís Casasnovas, Pau Cateura, Alvaro Santamaría, Mascaró Passarius, Munar Oliver, Cristobal Veny, Miquel Dolç, Amengual Batle, M. Orfila, M. J. Pena Gimeno, Enrique García Riaza, Mª Luisa Sánchez León, Cosme Aguiló, Antoni Mas, Alexandre Font, Francesc Canuto; y un largo etcétera de magníficos investigadores y medievalistas, que haría esta relación muy extensa, y cuyo trabajo, hace honor al rigor documental mínimo necesario para cualquier estudio de toponimia, referido a estas islas.
[5] Con unos pocos trabajos de investigación publicados se puede tener una amplia visión del magro margen dedicado a la toponimia prerromana de las islas. ( Ver apartado de Bibliografía)
[6] “La aportación celta o celtibérica constituye una parcela importantísima de ella (la toponimia hispánica), que es preciso sacar a la luz y redescubrir, desenmascarando muchas falsas etimologías, en ocasiones fuertemente enquistadas” Joaquín Caridad Arias. “Los fenómenos de homonimia y homofonía en la toponomastica y su repercusión en las etimologías cultistas y populares de la Europa Occidental. Universidad de La Laguna, Servicio de Publicaciones. Curso 2003/4. Pág. 28.
[7] Caridad Arias, Joaquín (1995) “Toponimia y Mito”. Ed. Oikos-Tau. Barcelona.
[8] Ob. Cit. Pág. 182
[9] Es bien conocida la peculiaridad de de los árabes de ser extraordinariamente respetuosos con los nombres anteriores, lo que permitió el mantenimiento del Luc original mezclado ocasionalmente con vocablos árabes.
El arabista Vicente Cantarino nos recuerda que " Debería ya ser evidente que la mayoría de la población pagana, judía e incluso cristiana, como tal, es decir, como sustrato de la estructura social y política hispano visigoda sufrió muy poco con el cambio”.
Si además tenemos en cuenta los importantísimos factores de aislamiento que una isla comporta; no tiene porqué extrañar la pervivencia toponímica, como ocurre en otras áreas peninsulares y europeas, de un fuerte sustrato proveniente de clanes indoeuropeos: Bronce final, Campos de Urnas, proto celtas y celtas, que permanecieron en Mallorca, durante más de 2.000 años, manteniendo, no solo toponimia sino costumbres y creencias, pese a las influencias comerciales púnicas, más allá de la escasa romanización del archipiélago.

[10] Información extraída de la página Web oficial del Ayuntamiento de Llucmajor:
“Según un informe encargado a Francesc de B. Moll por el Ayuntamiento de Llucmajor. Etimológicamente hablando, parece ser que todos los estudiosos coinciden que es un compuesto que tiene como segundo elemento la palabra latina major, que significa "más grande". Respecto al primer elemento de la composición, sí que hay divergencias, y se han expuesto tres teorías, según el origen que se le atribuyese. Primera teoría: la del árabe Lluch "ribera". Formulada por Josep M. Quadrado y actualmente rechazada por falta de fundamento. Segunda teoría: del latín lucus major "bosque mayor". Parece la única aceptable. Fonéticamente, representa una evolución de sonidos totalmente conforme con las leyes de la gramática histórica. Semánticamente, es muy verosímil que la alquería llamada Llucmajor estuviese poblada de un gran bosque, más teniendo presente que el pueblo vecino se llama Algaida, palabra arábiga que significa "bosque". Tercera teoría: del latín lumen "luz". Considerada inaceptable. Los que para defenderla alegan que una antorcha encendida es el símbolo heráldico de la ciudad de Llucmajor, olvidan otro hecho, bien comprobado: que muchos escudos de poblaciones están faltos de fundamento histórico y son puras invenciones caprichosas fundadas en un simple parecido del nombre del pueblo con el del objeto que se adopta como emblema de la localidad El inventor del escudo de Llucmajor se deja llevar por el hecho de pronunciarse vulgarmente Llummajor, para imaginar un escudo que realzase la ciudad proclamándola llumenar major de la isla: ¡llum major! Puede ser la pronuncia Llummajor se remonte siglos atrás, pero no aparece en los documentos hasta una época reciente: La grafía constante en la documentación antigua presenta el elemento inicial Lluc o Lluch; nunca Llum.

[11] O simplemente LUG ya que la alternancia de la “K” o “C” a “G” es un fenómeno bien documentado en las leyes de la fonética.
[12] Diccionari Català-Valencià-Balear o Diccionari de la llengua catalana de Antoni Mª Alcover i Sureda y Francesc de B. Moll; con la colaboración de Manuel Sanchis Guarner y Anna Moll Marquès, 10 vols. Palma de Mallorca, 1931-1962.
[13] El tema puede profundizarse en “Las propiedades de los dioses: Los Loca Sacra” Pepa Castillo Pascual. Universidad de La Rioja.
[14] Julius Pokorny. Indogermanisches Etymologisches Wörterbuch. Francke Verlag. 3ª ed. 1994. Pág.687
[15] “Indoeuropeos y no indoeuropeos en la Hispania Prerromana”. Acta Salmanticensia. Estudios Filológicos, nº 277. Universidad de Salamanca (2000)
[16] Estos últimos propuestos por Fco. Marco Simón en “ El dios céltico Lug y el santuario de Peñalba de Villastar” (Zaragoza, 1986)
[17] Cuando sabemos, sobradamente que el cuervo es una animal totémico, no exclusivo de Lugh sino de infinidad de divinidades célticas: Nantosuelta, Morrigana, Cuchulain, Mider, Badbh, Epona, Macha, etc.
[18] H. Wagner, “Studies in the origins of Early Celtic Civilisation”. ZCPh 31, 1970.
[19] Puede profundizarse en las obras de: Evans, D. “Gaulish personal names”. Oxford, 1967; y Abascal, J. M. “Los nombres personales en las inscripciones latinas de Hispania”. Murcia, 1994.
[20] Con todo tipo de reservas, ya que no hay unanimidad entre la comunidad científica en si el LUGVEI de Peñalba de Villastar, es un teónimo o un sustantivo. Las interpretaciones son muy diversas: Tovar (1961) Olmsted (1988), Köderitzsch (1985), Meid (1994), B. Prósper (2001), Fco. Beltrán, C. Jordán, Fco. Marco (2005) y no me queda más que apuntar, la posibilidad de que este LUGVEI, se esté refiriendo a la zona lagunar de las orillas del Turia; unos terrenos aluviales de la depresión de Alfambra-Teruel, que presentan un amplio fondo plano correspondiente a la llanura de inundación; una zona de prados, pastizales y terrenos cultivables de regadío, en donde son frecuentes los chopos, sauces, juncos y mimbres. Una zona en donde existían antiguas salinas, cerca de Villastar, y en donde son frecuentes, todavía hoy, las balsas naturales como: La Balsa carbonera, la Balsa de la cañada, la Balsa de los corrales, etc. Precisamente el macizo de Peñalba, se halla junto al estrecho de Villel, lugar en donde se produce una notable reducción del valle. ¿Se está refiriendo la inscripción de Peñalba a unas lagunas o a una laguna en esa demarcación territorial?
[21] Rev. Ogam VIII, 1955. p.353-356.
[22] Albert Carnoy en su “Dictionnaire etymologique du proto-indo-européen” (Louvain, 1955) incluye Laku= charco, dentro del proto indoeuropeo occidental.
[23] J. Pokorny. Ob. Cit. Pág. 686.
[24] “En la actualidad es comúnmente aceptado el origen indoeuropeo de la inmensa mayoría de la hidronimia prerromana peninsular, frente a los excesos, felizmente superados de la teoría relativa a las colonizaciones caucásicas, mediterráneas o norteafricanas”. Edelmiro Bascuas. Estudios de Hidronimia Paleoeuropea gallega”. Ed. Verba.Anexo 51. 2002. Pág. 129
[25] R. de Miguel y Marqués de Morante. “Nuevo diccionario latino-español etimológio” 28ª ed. Madrid, 1858.
[26] Golmer luch; Krasnyluch; Havelländische luch; Kremmen luch; Oelsinger luch; y muchísimos otros como Dannenwalde (Luchlandschaft) que fue un pantano hasta el siglo XVIII y que fue desecado bajo el imperio de Federico “El grande”.
[27] Nigel Groom. “A dictionary of Arabic topography and place names”. Beirut, 1983.
[28] Barranco de “La Lucosa” (Aguilar de Alfambra. Teruel) en donde precisamente no puede decirse que “lucosa” tenga como étim un adjetivo latino en –osus formado a partir de “lucus” =bosque. Nótese el mantenimiento de /u/ y la ausencia de metátesis.
[29] Lukmanier Pass (1940) Suiza; se llamaba antes Luco magno y está referido a ese gran lago existente en el cantón de Graubünden en los Alpes.
[30] Como el hidrónimo y tauto topónimo: Huade flumen (Llibre del Repartiment p. 25, 56-98 Ed. de P. de Bofarull) y que significa “río río”; en este caso un apelativo árabe mas uno latino. Estas formaciones híbridas, es algo común y habitual en toponimia en la que se da la unión de un topónimo con morfemas de la nueva lengua, de tipo denominativo, etnonímico o no. Y que aquí vemos, incluso pueden significar lo mismo. Hay ejemplos en hidronimia, como “río Ebro” (ebro significa río)”, incluso triples “río Guadiana”; Wadi significa río y Anna también, etc.
[31] “La Toponimia española presenta una base eminentemente indoeuropea, si bien, en buena medida, prerromana e incluso con señales de un marcado arcaísmo; un hecho que confirman las actuales estimaciones que datan la llegada a la Península de los primeros grupos Protoceltas sobre el 1800 A.C. lo mas tarde. Entran también en juego elementos Ambros, Ilirios y Ligures, pero su relativa analogía con el celta no nos permite siempre dilucidar si son una u otra cosa, o bien, por ejemplo, nombres Ligures celtizados y posteriormente latinizados...” Joaquín Caridad Arias Ob. cit. Los fenómenos.......
[32] Los griegos decían. Lougdounon, los latinos Lugdunum o Lucdunum. Las terminaciones toponímicas en “dunum”, provenientes de palabra celta“dun” o “don”, que está bien documentada, se refieren a una elevación, un monte, un picacho accesible, un asentamiento fortificado sobre una colina- equivalente al oppidum latino- , un castro elevado, un refugio, amparo, etc., vienen expresados en formaciones lingüísticas mixtas, en donde el segundo elemento está relacionado, en un porcentaje altísimo, con el agua, como por ejemplo: Esttledunum (Provincia de Córdoba. C.I.L. II, 1601). Sebendunum (Cataluña. Ptolomeo II, 6.70). Bisul(o)dunum (Besalú. Girona). Salaro-dunum (Salardú. Lérida). Navarodunum (Navardún. Zaragoza). Cambodunum (Kempten, sur de Alemania, cerca de Munich). Lopodunum (Ladenburg, cerca de Heildelberg, Alemania). Tarodunum (Zarten, Selva Negra, Alemania), etc. Lo que necesariamente nos lleva a un patrón de asentamiento geo-estratégico y tribal bastante generalizado en las sociedades célticas y pre-célticas, en donde el “dun” local habitado, estaría elevado y protegido por un río o una zona pantanosa, solo accesible por pasos específicos. Aparte, lógicamente, de las necesidades de poseer recursos hídricos próximos, para el poblado, la agricultura y el ganado. En ciertos casos al “lugdunum” se le añadía el etnónimo de propiedad correspondiente, como por ejemplo: “Convenarum” de la tribu de los Convenes, “Consoranorum” de la tribu de los Consoranni, Vocontorum de la tribu de los Voconcios, etc. En Inglés la evolución fue clara: Dun>Tun>Town = ciudad.
[33] Coincido en la interpretación que deduce Joshua Whatmoug (1970) en su obra “The dialects of ancient Gaul” Harvard University Press, p. 484; en base a Str. 7.5.2, 314c
[34] Leyden, procede del antiguo indogermánico: Leitha = canal de agua.
[35] Cuando uno lee “De Bello Gallico” de Julio Cesar; se da cuenta de cómo los Britanos se retiraban, al ser atacados, al “Dun” local, no muy elaborado y que consistía en un espacio redondo u ovalado, cercado de empalizadas y terraplenes, situado en lo alto de un montículo en medio de un cenagal imposible de cruzar
[36] De nuevo la raíz *Mor asociada a zonas pantanosas.
[37] El barro y el lodazal es conocido en asturiano, entre otros, con los siguientes nombres: llamargu, llamarga, llamarga, llamuergu, llamuerga, llamorgueiru, llamazu, llamazón... Parece ser que se trata en todos los casos de términos formados sobre L¯AMAM ‘lodazal’, palabra no latina pero que fue utilizada por algunos de los escritores de esa lengua que la introdujeron en su léxico y gozó, tal vez por lo mismo, de gran difusión en dominios como el italiano, engadino, occitano, catalán, castellano, portugués, asturiano (DCECH s.v. lama). Pidal pien sa que se trata de un término ambro-ligur y Hubschmid céltico (45 p. 135; 20 p. 98, 101; 5, II p. 184; 55 p. 40). Estamos indudablemente en el entorno de la raíz i.e y céltica *moor terreno pantanoso.
[38] Algunos autores hablan de la existencia de un probable castro celta sobre los taludes pizarrosos que dan al Miño, cerca de donde se asientan los barrios más antiguos de la ciudad, en una excelente situación, estratégico defensiva, como los habituales “dunum” que hemos visto anteriormente. El Luco indígena fue re fundado por orden de Octavio Augusto en torno al año 15 antes de nuestra era. En el Itinerario Antonino, de época imperial romana, se le denomina ya Luco Augusti. Ptolomeo (II, 6, 23) dice que es la “civitas copororum”. En la Edad Media, se conoce, simplemente como: Luco (1130, 1256, etc.)
[39] Cuando escribo esto leo la noticia de Fco. Marco Simón de la aparición de nuevas inscripciones dedicadas a los Lugoves en un templo situado en las afueras de Lugo (Rev. Paleohispánica nº 5 p. 947)
[40] Caso del río Lucus en Marruecos, con abundantes meandros y lagunas que antes de la construcción del pantano de U. Makhazine (773 mm3) inundaba habitualmente con sus avenidas estacionales las llanuras cercanas a Larache en donde desemboca. Una zona rica en dólmenes y enterramientos del Bronce.
[41] Elías Terés. Materiales para el estudio de la Toponímia Hispanoárabe. Nómina fluvial. Tomo I. Pág. 42. C.S.I.C., Instituto de Filología. Dpto. de Estudios Árabes. Madrid, 1986
[42] Tomo II, p. 52
[43] Die Spr. Idg. Hisp., 82
[44] Por el color blanco de algunos farallones rocosos en torno a Alicante.
[45] “Es por tanto posible que una original secuencia indoeuropea y probablemente celtoide como (Lowkwnt-), (Mela 2,93: Lucentiam) o (Lowkant-) acabara, trámite el ibérico, produciendo en latín Lucentum”. “Xaverio Ballester. El Sustrato de la lengua ibérica. En Congrés Internacional de Toponímia i Onomàstica Catalanas. Universitat de Valencia, 2002. Pág. 465.
[46] Pequeño montecillo de “bellísima situación y deliciosa vista” según Antonio Valcarcel, conde de Lumieres en su libro de 1780. Es una lástima que dispongamos de tan escasa documentación arqueológica de este yacimiento. Además del conde de Lumieres, situaron Lucentum en el Tosal de Manises D. Vicente Bendicho en su “Crónica” de 1610 y el P. Juan Bautista Maltés en su “Ilici ilustrada”.
[47] Otra inscripción latina, hoy desaparecida, menciona la existencia de dos pagos, o sea, de dos poblados dependientes de Cúriga conocidos como “Translucano” y “Suburbano”; prestigiosos investigadores identifican la primera denominación con la “mansio lacunis” mencionada en el anónimo de Rávena y arabizado en Laqant y que mantiene su continuación junto al vecino pueblo de Fuente de Cantos
[48] Toda la parte noroeste del Valle de Albaida, en una zona de transición hacía la cuenca de La Safor, a donde se dirigen la mayor parte de las aguas. Toda la cuenca está atravesada de norte a sur por el río Pinet.
[49] E. Levi-Provençal. La Peninsule Ibèrique au Moyen-âge d´après le Kittab ar Rawd al-Mictar. Leiden 1938, p. 205, nota 1
[50] En esta zona celtibérica de Gallocanta, proponía el historiador Cean Bermudez la existencia de una ciudad de época romana denominada Lucentum, ubicada concretamente en la localidad de Bello.
[51] Remito al estudio de Blanca Mª Prósper:” Toponimia prerromana de base *pal-“Revista Kalathos nº 15. Teruel 1996 para el análisis de este topónimo. Asimismo puede profundizarse en el sentido hidronímico de este “Pèlag” en: J. Coromines. DEcat. Vol. VI, Págs. 392-395 (Barcelona, 1986). En el DCVB sv. Pèlag.
[52] Incluso podría relacionarse este “Al Lqnt”, con el topónimo cercano, apenas tres kilómetros escasos de “Binilegant”; anterior “Bnalqnt” (¿) que corresponde a la zona geográfica donde se inician las fuentes y torrenteras que nutrirán la depresión lacunar de este Alicanti (Llucmajor). Evidentemente, la interpretación de este “Bini” estaría en relación con la raíz *Bann(a) = fuente o torrentera.
[53] Agradezco estas informaciones de Pollença al investigador José A. Encinas.
[54] Así nos lo confirma el hidrónimo prerromano de raíz celto- ligur *sant = zona pantanosa y la calificativa terminación: “– ueri”, referido a las aguas embalsadas de la zona pollensina. En Mallorca tenemos constancia de otro “Santueri” (Felanitx), también en zona pantanosa, -con topónimos como “Na Badalona” = canal o zanja de desague de la laguna (lona es “laguna” en Occitano)- que incluía el famoso castillo de Santueri.
[55] En tiempos no tan antiguos, durante la temporada de lluvias, aquel pantano se convertía en un auténtico lago y en primavera, el agua brotaba del subsuelo. Sólo en temporada seca y en verano se podía pisar en aquella zona.
[56] Hay que hacer notar la diferente evolución del topónimo original en esta zona en donde los árabes prácticamente no ejercieron influencia sobre la toponimia. León fue conquistada por los árabes en el 712 y reconquistada por Alfonso el Católico en el 742; es decir apenas 30 años. Encontramos la misma evolución y el mismo topónimo (Lugan) en zonas no islamizadas de Francia, antiguamente célticas y en donde, significativamente, el marco geográfico también nos remite a grandes lagunas: Lugan (Tarn, Fr.) junto al Grand Lac du Messal; Lugan (Vabre-Tizac, Fr.) con un enorme lago a 2 kms; Lugan (Areyron, Fr.) con otro gran lago a 800 mts.
[57] En época árabe estaba documentado en distintos escritos con la grafía “Lukk” (Elías Terés: Materiales para el estudio de la toponimia hispanoárabe Nomina Fluvial. C.S.I.C. Madrid, 1986. Pág.119). La citan Ibn Hayyan “Hisn Lukk. Ibn Idari “Lukk” y Al Idrisi “Lukkon”.
[58] Muy difícil la etimología en base al árabe Shaluqa, “viento siroco”, como ha propuesto algún que otro autor; además, tenemos el latino anterior “lucus”.
[59] No todos los Sanlúcar tienen misma etimología; así por ejemplo Sanlúcar de Guadiana (Huelva) es un topónimo reciente ya que “los Guzmanes” señores de Sanlúcar de Barrameda, trajeron hasta aquí sus dominios y le dieron ese nombre a la localidad. Igualmente sucede con Albaida de Aljarafe, antiguamente denominada Sanlúcar de Albaida; pero que en el siglo VI A.C. era conocida como “Kaelia”.
[60] Algunos autores han querido ver en este topónimo un pretendido “templo del dios sol” con nula confirmación arqueológica.
[61] Puede ampliarse la información en mi trabajo: “Sota el mantell de Sulis (Sóller, Solanda, Saluet, Solleric, Sulsia, Sália)”. Setmanari Sóller, 13 de Julio de 2002. Sóller.
[62] Pomponio Mela “De chorographia”, tercer libro. También referencias en Ptolomeo, Plinio y en el Itinerario Antonino. Los árabes la denominaban “Qantara-Estesan”.
[63] Rafael Ramírez de Arellano (1982) “Inventario-catálogo histórico artístico de Córdoba (1903-1904). Caja de Ahorros de Córdoba). Enrique Melchor Gil (1995). Vias romanas de la provincia de Córdoba.
[64] Vide Urbano Espinosa. “El gentilicio Berones en el topónimo Logroño”. Studia palaeohispanica et indogermánica J. Untermann abs amicis hispanicis oblata. Barcelona, 1993, pp. 139-148.
[65] Modesto Lafuente. “Historia General de España”. 1887
[66] Antigua raíz hidronímica *er = moverse, que dará tantísimo “Orga”= terreno húmedo y encharcado; con sus variantes “huelga” o el asturiano “güelga”; muy frecuente en amplias zonas españolas.