martes, 1 de julio de 2008

Sobre la noche de San Juan

(Notas para el programa de IB3 Radio dirigido por Sandra Llabrés, dedicado a la noche de San Juan de 2008)

SOL, FUEGO, AGUA, PLANTAS, DANZAS Y MAGIA
Aunque la Iglesia católica pretenda imponer la idea de que el origen de esta fiesta se remonta a tiempos bíblicos con la historia de que se puede determinar el nacimiento de Juan el Bautista debido a la visita que hizo María en los días siguientes de la Anunciación a su prima Isabel cuando esta se hallaba en el sexto mes de embarazo, (Se dedujo el nacimiento del Bautista seis meses antes que el nacimiento de Cristo) la realidad es que esta fiesta está relacionada con los ciclos solares anuales; son recuerdos de fiestas solsticiales, concretamente del solsticio de verano. Y en principio deberíamos hablar del 21/22 de Junio y no del 23/24. Aunque también debemos valorar que gracias a estas fiestas que todavía perviven volvamos a ser protagonistas y participantes de nuestras tradiciones y cultura, en lugar de continuar siendo espectadores pasivos de culturas totalmente extrañas importadas de más allá del Atlántico.

La rueda solar.
Los ciclos solares anuales se simbolizan en una rueda con una cruz en el centro o una serie de radios[1]. Según la mitología céltica y pre-céltica extendida por toda Europa durante miles de años, la gran divinidad ancestral conocida como Cernunnos o Lug, tenía dos manifestaciones según la época del año: Lug en otoño- invierno y Bel en primavera verano. Una imagen que refleja perfectamente esta realidad es el relieve galo-romano de Reims en donde se ve a esta gran divinidad flanqueada por Mercurio (Lug) y Apolo (Bel) según la interpretación romana.
Lug (Mercurio, y en la Edad Media el demonio cristiano) dominaba durante la época oscura del año (otoño e invierno) y sus características se asocian con aspectos ctónicos, terrenales, fríos, lunares, de aguas estancadas, subterráneos, a la siembra y fecundación.
Bel (Apolo y en la Edad Media el arcángel San Miguel) dominaba durante la mitad clara y luminosa del año (primavera y verano) y sus características hacen referencia a los aspectos siderales, celestes, cálidos, solares, de aguas vivas y fuentes, a la recolección y el descanso.
Nos estamos refiriendo a un inmenso calendario agrícola que debía respetarse escrupulosamente. Las festividades más importantes se celebraban 40 días después de los solsticios[2] y equinoccios[3]; después de un ciclo lunar y medio; y solían celebrarse coincidiendo con la luna llena. El sol y la luna, eran los grandes protagonistas, relojes cósmicos que marcaban los ciclos anuales
La divinidad cambiaba de función precisamente en los equinoccios y de alguna manera este cambio implicaba sacrificio de animales (corderos, toros, etc.), que eran consumidos por la comunidad en un ambiente religioso festivo. 40 días después de celebraba la gran fiesta de la divinidad.
Así 40 días después del equinoccio de primavera (21 marzo) cuando comenzaba la mitad clara del año se celebraba en torno al 1º de Mayo el Beltaine (fuegos de Bel) en honor de Bel (Apolo) y la primavera. El 22 de Junio marcaba el solsticio de verano, o punto máximo del periodo luminoso, correspondiente a nuestro San Juan[4] y 40 días después, en torno al 1º de Agosto la festividad del Lugnasad o realeza total de Lug (En esta fiesta se conmemoraba la totalidad de la divinidad Lug y Bel; Mercurio y Apolo) y el verano. A continuación el equinoccio de otoño (21 de Septiembre) cuando comenzaba la mitad oscura del año y 40 días después se celebraba, en torno al 1º de Noviembre la fiesta del Samain (de los difuntos) en honor de Lug (mercurio) y el otoño. El 22 de Diciembre marcaba el solsticio de invierno o punto máximo del periodo oscuro, correspondiente a nuestras navidades, y 40 días después, en torno al 1º de Febrero, la festividad del Imbolg (hinchar, fecundar). A continuación el 21 de Marzo de nuevo el equinoccio de primavera.
Durante estas festividades las puertas del siddhe o más allá céltico estaban abiertas, existiendo una comunicación con los muertos y los seres divinos o maléficos; grutas, ciudades sumergidas, castillos encantados, bosques mágicos, seres fabulosos eran habituales durante estos días sagrados. Estas festividades solían durar unos tres días. Con el auge social de la Iglesia católica estas fiestas se “cristianizaron”. En torno al 1º de Noviembre Los santos difuntos; En torno al 1º de Febrero San Antonio; En torno al 1º de Mayo la bendición de los frutos; y en torno al 1º de Agosto San Jorge. Los solsticios estaban marcados; el de verano por la noche de San Juan y el de invierno por la noche de navidad. Los sacrificios de animales tenían que ver con la muerte/resurrección de la divinidad (cambio de aspecto) en Pascua (pa amb caritats) y las fiestas del toro en septiembre, con romerías, procesiones y comidas comunales, tachadas muchas veces por la propia iglesia de pervivencias paganas. Significativamente San Miguel se celebraba en Mayo y en Septiembre.
En todas estas fiestas el fuego (hogueras) y el agua (bendiciones), así como los enlaces matrimoniales a prueba de un año y las danzas, comidas y rituales precisos era lo habitual. Agua, fuego y naturaleza eran la base litúrgica de todo ceremonial. Los sacerdotes celtas llamados druidas, que sostenían que el agua y el fuego se adueñarían del mundo.
Centrándonos en la noche de San Juan, la fiesta del Beltaine de Mayo era una fiesta de sacralización de la naturaleza y según el calendario de Coligny este periodo luminoso se llamaba como “Giamonios”= salida de brotes y “Simivisonios”= tiempo de claridad.
La noche, madrugada y día de San Juan es uno de esos periodos de carácter excepcional y sagrado que se comunica a los fuegos, aguas, vegetales, danzas, curaciones y prácticas mágicas diversas (presagios y adivinaciones, encuentros con seres fabulosos, lugares mágicos, tesoros ocultos, etc.). Todo es posible en la noche de San Juan, en esta noche misteriosa se da la capacidad de transformar los deseos en realidad. Un poco al revés como la tradición de que el sol baila, cuando precisamente está más estático.

El fuego.
“Nit de Sant Joan, nit tot clarendera
joves y donzelles saltan la foguera.
San Joan florit, Sant Joan granat
Mostrau-nos l´estrella de l´enamorat.

Concretamente nuestras fiestas de San Juan correspondía en la tradición céltica a la fiesta llamada Litha, en el solsticio de verano, Litha significa “fuego”, muy apropiado para las famosas hogueras de San Juan sobre cuyos orígenes de ha escrito bastante. Aunque también sabemos que los griegos, en el solsticio de verano encendían grandes hogueras dedicadas al dios Apolo (Bel).
- Ayudar al sol, cuando ya empieza a declinar.
- Quemar los trastos viejos para el inicio de un nuevo ciclo.
- El poder purificador y preservador del fuego, en esos días contra los genios del mal; ya que las hogueras encendidas delante de las casas alejaba los malos espíritus.
- Preservación de determinadas enfermedades, curación de otras y expulsión de gérmenes.
- E incluso hay autores que han propuesto la destrucción de los mosquitos e insectos para que permitan la fiesta, ya que en este momento del año pueden ser un constante sofoco. Era habitual la quema de huesos en estas hogueras, lo que produce un olor que ahuyenta a los mosquitos.
- Iluminar la fiesta nocturna.

Son innumerables las prácticas en torno a las hogueras; danzar, saltarlas, pisar las brasas, etc.; generalmente con una función purificadora y profiláctica que alejan los malos espíritus y preservan de todo mal. También preservan de la tiña, de los problemas de la piel, contra los constipados; e incluso saltarlas [5] siete veces preserva de morir quemado. Los pastores hacían pasar el ganado sobre las brasas para librarlos de todo mal y en algunos sitios de Cataluña se tiraban brasas a los pozos para purificar el agua. En algunos lugares de Mallorca se llamaban “Gales”. Covarrubias dice “que el saltar por encima de las hogueras se haze agora con simplicidad, pero antiguamente tenía cierto género de superstición”,
También las cenizas de estas hogueras son curativas de un sinfín de enfermedades menores. En la zona del levante, como Alicante por ejemplo se encienden auténticas fallas.

El agua.
¿Qué sabandija se queda
la víspera de San Juan
sin ir al río, si hay río
y sin ir al mar, si hay mar?

La tradición es que las aguas y el rocío, la noche de San Juan, a partir de las 00:01 poseen virtudes especiales que no disfrutan el resto del año.
Por ese motivo, muchas personas acuden, esa noche a fuentes, manantiales, ríos y ribera del mar a tomar baños o a disfrutar del agua con ciertos rituales. Independientemente del pretendido recuerdo del bautismo de Jesús en el Jordán por Juan el Bautista; el culto a las aguas – junto con el de las rocas, árboles y otros elementos naturales- era uno de los núcleos centrales de la religiosidad céltica, y fue duramente reprimido por la Iglesia católica bajo el nombre de paganismo rústico. (San Martín el dumiense). Las aguas eran en la religiosidad céltica el lugar de tránsito al más allá.
Algunas de las virtudes de las aguas en la noche mágica de San Juan son:

- Preservar de todo mal
- Alivio o curación de enfermedades como: reuma, verrugas, roña, herpes, problemas de piel, etc. - Obtención de buena suerte y todo tipo de fortuna económica.
- La persona que se lava la cara en una fuente o con agua expuesta a la serena de la noche queda protegido de enfermedades en los ojos.
- A las chicas el agua de esa noche les aumenta la belleza y les proporciona pretendiente. En Mallorca y Menorca lanzan a la calle el agua con la que se han lavado y esperan que pase un hombre, que será, su futuro marido.
- Era costumbre hacer las 9 o las siete fuentes. Por ejemplo, en Son Carrió, la vigilia, las chicas iban a buscar agua de siete pozos para regar las clavellinas sembradas esa noche, al día siguiente nacen claveles de siete colores.
- Tumbarse sobre la hierba mojada por el rocío era el mejor remedio para los problemas de la gente mayor.
- Servir para confeccionar pócimas y elixires como el “Agua de San Juan” que se hace en Viana del Bollo (Orense) cociendo hierbas olorosas, especialmente hinojo y haciendo con ella una ablución matinal que les preservará de la brujería y del mal de ojo.
- Es en la noche de San Juan y en ciertas fuentes y manantiales en que surgen númenes misteriosos como ninfas, janas, “donas d´aigo” y damas encantadas.


Árboles, plantas, hierbas y enramadas.
“Al pasar el trébole, el trébole, el trébole,
al pasar el trébole la noche de San Juan”

“Al que coja la verbena
la mañana de San Juan
no le pica la “culiebra”
ni bicho que haga mal”

“Mañanita de San Juan
madruga, niña, temprano
a entregar el corazón
al galán que puso el ramo.”

Es evidente que en estas fechas muchísimas plantas tienen una propensión a la floración y están en pleno apogeo vegetal, en su mejor momento, el mas pleno. Ya en época romana en estas fechas (Pallilies) se recogían hierbas que creían mágicas y con especiales propiedades curativas. Esta tradición antiquísima se sigue efectuando en la noche de San Juan, y confeccionándose todo tipo de ungüentos, aceites y bálsamos.
Árboles y plantas tenían un marcado protagonismo:

- Enramar las ventanas de las casas para homenajear o satirizar a las jóvenes. Las plantas de las enramadas tenían diversos significados, así la caña con hojas significa que la chica es algo vaga y amiga de salidas; la caña sin hojas que es perezosa y amiga de conversaciones, el sarmiento, que es aficionada al beber, las ortigas que es rabiosa, la calabaza que es dada a bailes y así etc. etc.
- Plantar los árboles “Mayo” en conexión con el árbol mayo de la Europa Central, en torno al cual se danzaba y también se quemaba en una gran hoguera. Fue sustituido por la “vera cruz” cristiana, único árbol verdadero.
- Se efectuaban cruces con plantas aromáticas colgadas a las puertas de las casas para proteger de la mala suerte.
- Encinas y sauces. Se efectuaban rituales ceremoniales con ciertos árboles, como las encinas o el Sauce Blanco (Vimer) que tanta fama a dado a Manacor. La noche de San Juan a la salida del sol (06:15) en “S´Hort des Correu” y desde hace más de cien años se celebra la ceremonia de pasar a los niños herniados por sus ramas. Como se hace en otras partes de España con las encinas, bajo la fórmula: “Tómalo Juan. Dámelo Pedro. Lisiado te lo doy. Sano te lo devuelvo”.
- Las falgueras. Ir a buscar en la mañana de San Juan los helechos (falgueras) pues solamente en esa mañana florecen y granan, tras la salida del sol. Se decía que cada grano contenía un “dimoni boiet” que quedaba al servicio de quién lo consiguiera. Eran famosas las “falgueras” de LLuc y en l Puig de Sa Font de Son Servera, lugar lleno de mágicas leyendas, los solteros del pueblo iban a poner pañuelos para recoger sus granos o simiente. Los helechos siempre han tenido fama de virtudes poderosas, tanto en la farmacopea como en la brujería. Científicamente y debido a un complejo sistema no necesitan para su reproducción ni flores ni semillas. También existe la tradición de ir a buscar estos “fameliars ” como les llaman en Ibiza, en el “pont del diable” de Santa Eulalia.
- La hierba de San Juan. Son varias las especies que se disputan este nombre; algunas reales y otras imaginarias. Entre las reales encontramos principalmente:
- El hipérico; llamado “Hierba de San Juan” o “espanta diablos” porque en la Edad Media se quemaba en las casas que se creía que estaba instalado el diablo. Posee muchísimas propiedades terapéuticas. Paracelso decía que sus flores amarillas eran amuleto contra encantamientos. Se echaba al fuego para asegurar cosechas abundantes y proteger al ganado de enfermedades. Estaba consagrada al dios nórdico Balder.
- La verbena; llamada también “lágrimas de Isis” “lágrimas de Juno” o “sangre de Mercurio”. La palabra “ir de verbena” se refiere, precisamente, a ir a recoger esa flor, en la noche de San Juan, en donde la diversión, el vino, los amoríos y la licencia de costumbres, no faltarían. Se empleaba para la adivinación, el encantamiento y como talismán de protección. Los griegos la llamaban “hierba sagrada”, los romanos la consideraban de buen agüero y la dedicaron a Venus. Los druídas la veneraban tanto como al muérdago y la consideraban como panacea de todas las desdichas. Es una planta estimulante y diurética. El tiempo mas favorable para extraer la verbena es cuando el sol y la luna no se hallan visibles.
- Artemisa; Lleva el nombre de la hermana de Apolo (Bel) en la mitología romana fue Diana (protectora de la Naturaleza salvaje) y en cierta medida antecesora de las hadas. Se empleaba en hechizos y neutralizar a los demonios y el mal de ojo. Plinio dice “si el caminante lleva esta hierba encima no sentirá fatiga y no podrá ser dañado por ninguna sustancia ponzoñosa ni por ninguna fiera, ni siquiera por el mismo sol”. En algunas zonas de Alemania se confeccionan coronas d Artemisa la noche de San Juan y después las llevan a las hogueras en defensa del embrujamiento - Achicoria; de color azul pálido esta hierba se considera la guardiana de caminos y enemiga de las brujas, siempre que sean recogidas en la noche de San Juan y de acuerdo al ritual ya que se abren hacía las seis de la mañana y se cierran antes del mediodía.
- Beleño negro; Menos conocido y popular que las anteriores, también se recogía la noche de San Juan, en Baleares se la conoce como “Caramel.lo de Bruixa y Herba Caixalera”.
- También eran habituales, la albahaca, la valeriana y la ruda.
- Otras flores especiales y mágicas son:
- La flor talismán; las hadas asturianas y cántabras (Xanas, anjanas) en sus bailes a la luz de la luna en la noche de San Juan, dejan, tras sus pisadas flores amarillas y azules y rosas multicolores de profundo aroma. Si algún mortal consigue una de estas , antes que las hadas regresen a sus palacios subterráneos al amanecer, esta flor se convertirá en un “talismán de felicidad” para su propietario.
- La flor “meneirona”; florece y grana sólo la noche de San Juan en el interior de las grutas de difícil acceso, guardada por feroces seres que sólo permiten el paso el tiempo que duran las doce campanadas esa noche. Si el aventurero es sorprendido por la última campanada dentro de la cueva, mala suerte, no podrá salir jamás. Si consigue la flor y la coloca en una botella de color negro, obtendrá un “meneiron”.
- El trébol de cuatro hojas. Que es el que figura en los manuales de hechizos.
- La flor del agua; Coger esa flor consiste en ser la primera persona que bebe el agua de una fuente en la mañana de San Juan, dejando un ramo o una rosa luego como prueba de que esa fuente ya ha sido utilizada y su flor “robada”. Esta flor está custodiada por una “Xana o dona d´aigua”. Proporciona innumerables beneficios: salud, amor, dinero y eterna juventud. A más altitud mayores virtudes.

“Por buscar la flor del agua
me enamoré de una Xana
desde entonces, mal de amores,
me tiene robada el alma”.


Un tema característico de Mallorca es que en Son Maciá (Manacor) se considera como de mal augurio las nieblas “boiras” que surjan la madrugada de Sant Joan, ya que cuando la niebla entra en el reino solar de Sant Joan queda maldecida y estropea y daña toda la fruta que humedece.
Algunas plantas y árboles se quejan esa noche en diversos puntos de la geografía española.

Danzas y prácticas mágicas:
Una de las danzas típicas mallorquinas de este día es la de “Sant Joan pelós” o “San Juan Peludo, que se celebraba en Felanitx, Son Servera, Sant LLorenc, Pollenca, Son carrió, Artá. Una vestimenta silvestre, a veces con piel de oveja, con careta y en algunos lugares (pollenca) los pies pintados de rojo sangre con “almangre”, acompañado de flauta, violín o guitarra, acompañado de otros seres, como demonios de grandes cuernos, águilas o cavallets, un paño de seda rosa, cruz con bandera roja danzando por las casas recogiendo limosnas.
Si bien no es una danza típica, no podemos pasar por alto la “Festa de cavalls” de Menorca de la que existe abundante documentación.
Prácticas mágicas, adivinatorias y matrimoniales diversas de San Juan. No debemos olvidar, que según Ovidio, el mes de Junio estaba dedicado a la diosa Juno protectora de la mujer, la maternidad y los matrimonios
- Si al salir el sol se le mira por un “cedás” se le ve bailar; en otros lugares de la Península, es habitual verlo bailar reflejado en el agua.
- Si marcan (senyan) la era, al salir el sol ya no habrá ninguna hormiga más.
- Para saber el oficio del futuro marido se hecha plomo fundido dentro de una palangana (ribella) y salen marcadas las herramientas de la profesión, debe recitarse: Sant Joan pelut, Sant Joan pelat, treis-me ses eines de s´enamorat”.
- Colocando las solteras alcachofas, con el nombre de sus pretendientes, en su ventana y al rocío de la noche de San Juan, la más florida por la mañana indicará el que mas la estima.
- Si se colocan hojas de hiedra en una “escudella” en la ventana del cuarto donde se tiene que dormir, a la mañana siguiente tendrán tantas manchas como enfermedades tendrá la persona durante el año; si las hojas se vuelven negras, será el año de su muerte.
- Los ajos sembrados el día de la “conversió de Sant Pau” y recogidos el día de San Juan curan de cualquier picada de animal venenoso.
- Si a medianoche una persona acude a un campo de helechos y pregunta lo que quiere saber, una voz le responderá.
- En Ibiza y Formentera, existe la tradición de consumir ese día y sólo este día los macarrones de Sant Joan: Ahí va la curiosa y esotérica receta: “Tallarines o macarrones cocidos con agua o leche, un trozo de piel de limón y unos bastoncillos de canela. Una vez hervidos, se colocan en una bandeja y se espolvorean de canela y azúcar molido”.
- En Mahón hay un concurso de ninots que tras ser expuestos son quemados en la “revetla de San Joan”.
- En Mancor del Valle antiguamente se acompañaba a las jóvenes al oficio del santo patrón guiándolas con un palo cubierto de flores.
- En Muro los jóvenes que “festejaven” este día llevaban un obsequio típico de esta fecha: un mocador de bolic, lleno de naranjas de Sóller, una barra de turrón y una bolsa de avellanas” ¿Por qué estos productos?.
- En Mallorca era costumbre que la chica se pusiera desnuda a las doce de la noche frente a un espejo, iluminada sólo por dos cirios a cada lado y el espejo reflejaría la figura del futuro marido.
- Los tesoros enterrados u ocultos se hacían visibles un solo instante en el alba de esta noche mágica.
- Sólo en la noche de San Juan y Navidad las brujas pueden revelar y enseñar las oraciones mágicas que saben.

"Para San Juan debo a un hombre
dineros en cantidad;
¿que haré yo, que cada día
me parece el de San Juan"



NOTAS


[1] Son habituales estas representaciones en grabados de las épocas del Bronce y del Hierro europeos, así como en cerámicas e incluso en el pomo de algunas espadas nórdicas del Bronce.
[2] Solsticio significa “sol inmóvil” ya que en ese día el sol cambia muy poco su declinación de un día a otro y parece permanecer en un lugar fijo del ecuador celeste. La distancia angular del sol al cuadrante celeste de la tierra es máxima. Solsticio de Verano (22 Junio) es la noche más corta y el día mas largo del año. Solsticio de Invierno (22 Diciembre) es la noche más larga y el día mas corto del año. Esto en el hemisferio norte ya que en el hemisferio sur es al revés. Lo que no es óbice para que en otras culturas no celebren estos acontecimientos astronómicos como el Inti-Raymi de los antiguos incas, que se celebra todavía, aunque con cierto aire turístico cerca de Cuzco (Peru) en Sacsahuaman. En la mitología griega los solsticios eran llamados puertas.
[3] Del latín “aequinoctium”; “aequos”= igual y “nox”= noche. La misma duración del día que la noche. 21 Marzo (primavera). 21 de Septiembre (otoño). Supone la inversión de la tendencia.
[4] Los griegos efectuaban fiestas a Apolo en el solsticio de verano y encendían hogueras con carácter purificador.
[5] Ya en época romana y en fiestas dedicadas a Minerva se tenía la costumbre de saltar tres veces sobre las llamas.