martes, 1 de julio de 2008

Bajo el manto de Sulis

La Onomástica es la disciplina que trata, fundamentalmente, de los nombres propios; la Toponimia por su parte, estudia el origen y significado de los nombres geográficos. Ambas, se hallan estrechamente relacionadas por multitud de vínculos, y representan una valiosa fuente de información para la investigación histórica.
La pregunta que vengo formulándome desde hace tiempo es: ¿ Podría la onomástica y la toponimia ayudarnos a mejorar nuestro conocimiento sobre la identidad y horizonte cultural de las poblaciones prerromanas de Mallorca ¿.
Otros investigadores, de reconocida solvencia, como Julio Caro Baroja o el Profesor Francisco Villar de la Universidad de Salamanca así lo han entendido en sus trabajos sobre toponimia prerromana peninsular. [1]
Como decía la investigadora Alicia Mª Cantó [2] “ Deben explorarse las posibilidades que ofrece la toponimia posterior – ya sea medieval, moderna o actual – cuando se pone en relación con los teónimos antiguos prerromanos o romanos, pero también con las peculiaridades geográficas, geofísicas, faunísticas o incluso florísticas propias de su zona, cuyos rasgos han permanecido o se pueden aún rastrear y pudieran haber sido los mismos que causaron o reforzaron el culto de aquella determinada divinidad, o pudieron estar en la Antigüedad asociados con ella.
El estudio de lo que llamo "paisaje del teónimo", de su contexto arqueológico o material cuando existe y de las fuentes literarias antiguas, medievales y modernas, todo ello junto, puede ser uno de esos "lugares de encuentro" donde todos podemos aportar algo al conocimiento del pasado”.
Personalmente en otros artículos he venido analizando una serie de topónimos mallorquines como Valldemossa, Bunyola, Lluc, Sabor, Capocorb, Sta. Ponça, Manacor, [3]etc. en los que parece perfilarse una claro ambiente indoeuropeo, que cronológicamente abarcaría desde una hidronimia paleo europea cercana a la Edad del Bronce o quizás anterior, hasta una marcada influencia pre-celta ( Iliria, Campos de Urnas, Celto-ligur.) céltica europea ( Keltoi, Gallii, etc. ) o celto-hispana ( Celtici de Beturia, Lusitanos, Celtíberos, etc. ).
Como decía el arqueólogo Colin Renfrew en una obra reciente [4] : “ La lengua y la identidad están estrechamente vinculadas y pocas cosas hay tan personales como la lengua que uno habla”........”Por lo general, la afinidad << étnica>> de uno viene determinada mucho más por la lengua que por cualquier otra característica física identificable”.
El territorio ha sido siempre la circunstancia ineludible del ser humano: lugar de hábitat, medio de subsistencia, objeto de tensiones, etc. Vivimos y hemos vivido siempre “sobre un territorio”, que utilizamos, conocemos, explotamos, tememos, amamos y que en resumidas cuentas definimos con nuestras acciones. Y lo definimos, especialmente, con el lenguaje mediante denominaciones específicas. Y esas señas de identidad territorial, expresadas mediante el lenguaje, son los topónimos.
Joan Ramis i Ramis, ya en la temprana época de la Arqueología Romántica, en su obra de 1818 “Antigüedades célticas de la isla de Menorca”, y siguiendo la línea de John Armstrong, iniciada en 1752, decía:
“Así que sin peligro de faltar a la exactitud podemos persuadirnos que los monumentos de esta clase que existen en Menorca, tienen el mismo origen que los de Francia, de la Bélgica, de las Islas Británicas y de otros Países de Europa que se atribuyen a los celtas.”
El filólogo Hübner publicó en 1893 su Monumenta Linguae Ibericae en donde sostenía que la Celtiberia incluía a Baleares.
Que la celtiberia llegaba al Mediterráneo y que toda la zona levantina estuvo, desde épocas cercanas al Bronce Final o anteriores, altamente indoeuropeizada y posteriormente celtizada, es algo a lo que se van aproximando a las actuales líneas de investigación:
El escritor clásico Rufo Festo Avieno, en su obra “Ora Marítima”, citaba la costa Mediterránea como habitada por los Beribraces, llamados Bebrices por Éforo ( el pueblo del castor, cuya celtidad fue establecida por J. Pokorny con el nombre de Bebryaces ) y que parecen ser homónimos de los Bribaige (Irlanda), Briboici (Bretaña) y Bebryces ( Galia meridional ).
Estrabón ( Libro III, 4, 12 ) señalaba como límite oriental de Celtiberia la cordillera de Idoubeda o Sistema Ibérico, y estos montes, con la Sierra de Espadán llegan hasta las inmediaciones del Mediterráneo.
Los indicadores de esta gran indoeuropeización y celtiberización del Levante español son muy variados.
Diodoro cita en el área levantina al príncipe celtibérico Allucio; Tito Livio cita por su parte al caudillo celta Tancino, vencido por Pompeyo en Edetania.
Plinio aseguraba que los celtíberos llegaban hasta la albufera de Valencia y los recientes hallazgos arqueológicos de los plomos de Yátova ( Buñol) mencionan a celtíberos.
La toponimia de origen indoeuropeo y céltico de esta zona no deja lugar a dudas: Palancia, Randero, Miranda, Vernicha, Peñalba, Belcaire, Eslida, Artana, Riodeva, Arguines, Balsa, Turbon, Uxo, etc. Y aún más, cronológicamente, podemos remontarnos a una hidronimia paleoeuropea que nos llevaría a los Campos de Urnas e incluso mucho antes, como sostenía la Dra. L. Monteagudo en su trabajo “Orientales e indoeuropeos en la Iberia prehistórica” ( Actas del Tercer Coloquio de Lenguas y Culturas Prerromanas de la Península Ibérica, Salamanca 1985 ).
El Dr. Luciano Pérez Vilatela ha rastreado esa hidronimia en su obra “Hidronimia Paleoeuropea en tierras valencianas y el nombre antiguo del Júcar” ( Rev. Cullaira, nº 13, Cullera, 1991), algunos ejemplos: Adern (Alicante), Bergantes (Castellón ), Jalón/Xaló ( Alicante ), Sellent (Valencia), Bernisa ( Valencia), Agullent ( Valencia ), Caroche ( Valencia ), Carrus(Alicante ), Navarrés ( Valencia ), Antella ( Valencia ), Arneva ( Alicante), Sella (Alicante)Turia ( Valencia), Tárbena ( Alicante ), Anna ( Valencia ), Tollos(Alicante), etc. etc.....incluso llega a decir que “ algunos de los topónimos y gentilicios más famosos (Ilici, Contestania, Edetania, Longuntica, etc.) son asimismo indoeuropeos, concretamente celtas.”
Mas recientemente el Dr. Fco. Villar en su trabajo “Indoeuropeos y no indoeuropeos en la Hispania prerromana” ( Acta Salmanticensia de Estudios Filológicos, nº 277, Salamanca 2000) decía: “Precisamente la Hispania que durante décadas hemos venido llamando “no indoeuropea”, resulta haber sido objeto, paradójicamente, de uno de los episodios más antiguos del largo y complejo proceso de indoeuropeización de la Península” ( pág. 442). Y en su artículo “Europeos y no indoeuropeos en la Penínsiula Ibérica” (Acta Salmanticensia de Estudios Filológicos, nº 283, Salamanca 2001) añade: “Una proporción considerable de ellos deben ser clasificados como indoeuropeos por estar presentes a la vez en el Sur y Noreste de la Península, así como en Europa occidental y baltica y ser además compatibles con etimologias indoeuropeas: Ausci, Ausetani, Bergussi, Caristi, Ceretani, Ausoceretes, Castellani, Chalubes, Lacetani, Varduli....... del grupo restante....... son igualmente compatibles con etimologías indoeuropeas: Suessetani, Ilercavones, Ilergetes, Indicetes/Indicetani, Sardi/Surdaonenses, Volciani..”.........Se trata de una proporción significativamente alta que exige la presencia de importantes contingentes indoeuropeos en Cataluña y Aragón en época prerromana.” ( p. 268 ).
Asimismo D. Alvaro Campaner en su obra: “Noticia de algunas monedas consulares y celtibéricas halladas en estas islas el pasado año de 1874" opinaba: “Otra deducción importante surge de la presencia de monedas celtibéricas de plata y cobre en el depósito; hecho que confirma plenamente las íntimas relaciones que existían entre los habitantes de esta isla y los de la Península, especialmente los de la costa - Desde el golfo de Rosas hasta Sagunto -.
Digo confirman porque otros hallazgos de monedas celtibéricas en Baleares, me habían ya hecho presumir estas relaciones, no sólo mercantiles sino de comunidad de origen e intereses, de idéntica nacionalidad en una palabra.”
Actualmente, algunos arqueólogos e investigadores han sostenido puntos de vista favorables al celtismo para Mallorca y Menorca; como el Dr. Cristóbal Veny que en uno de sus trabajos [5] comentaba: “De estos veintiocho nombres personales baleáricos latinizados, aunque no latinos, entresacados de las inscripciones aparecidas en Mallorca, constatamos que la mayoría de sus radicales apuntan directamente hacía un claro origen indoeuropeo o celta......... se puede pensar con fundamento que buena parte de la población prerromana balear debía ser de origen celta”.
Siguiendo, probablemente, las oportunas sendas marcadas por la Dra. Mª Lourdes Albertos que dejó patente la presencia indoeuropea y céltica en la toponimia isleña en su trabajo " ¿ Indoeuropeos o Iberos en Baleares ?.[6]
El propio Dr. Veny en exhaustivo ensayo sobre la necrópolis de Cales Coves de Menorca confirma [7]: : “Como se ve, pues, una buena parte del material de hierro más significativo que hemos revisado nos orienta hacía la comprensión de unas relaciones más o menos frecuentes entre las Baleares y el mundo céltico, bien sea a través de las oleadas que traspasaron los Pirineos y se asentaron en la Península Ibérica, o bien con las que se quedaron aclimatadas en el sur de la Galia. Estos contactos que ya se insinuaban en la fase anterior con la presencia de determinadas piezas de bronce en los ajuares de las cuevas del tipo I, han debido de intensificarse ahora en el momento de la expansión de la metalurgia del hierro, dando lugar a un tráfico no sólo de productos manufacturados, sino también de masas de metal en bruto o a punto de forja. Esa compleja gama de actividades implicadas en el comercio y en la forja del hierro bien pudo determinar el asentamiento de pequeños grupos o familias celtas en las propias islas Baleares, concretamente en Mallorca.”
El Dr. Fernández Miranda en su obra de síntesis " Secuencia cultural de la Prehistoria en Mallorca" [8] testificaba "la presencia de elementos indoeuropeos en la isla", y el prolijo investigador José Mascaró Pasarius anotaba en uno de sus libros [9] : " resulta en cierta manera irónico, comprobar hoy como investigaciones en el campo de la lingüística y de la onomástica antiguas, nos llevan hacía el mundo céltico y pre indoeuropeo para los antiguos pobladores de Menorca" [10] .
El Dr. A. Galmés de Fuentes decía, en uno de sus trabajos recientes [11] : “Volviendo a Mallorca, no podemos olvidar que existen sustratos indoeuropeos, de origen céltico y paracéltico, o en relación con los Ligures, acantonados inicialmente en los Alpes, los Pirineos y los montes Cantábricos.”
Independientemente de la toponimia o hidronimia, cuando se analiza el material arqueológico de Mallorca y Menorca es muy frecuente hallar paralelos en las mismas zonas aludidas[12] ; hace ya tiempo que así lo evidenciaron los arqueólogos G. Delibes de Castro y M. Fernández Miranda en un excelente trabajo [13] y más recientemente el equipo de arqueólogos de la Universidad de Barcelona V. Llull, R. Micó, C. Rihuete y R. Risch en su trabajo sobre la “ Cova des Càrrtix” y la “ Cova des Mussol” [14].
Veamos algunos párrafos significativos de esta última obra citada:
“..... Menorca compartía algunas de las innovaciones tecnológicas practicadas por las sociedades que habitaban la zona circumalpina y el Norte de Italia...............” ( p. 382)
“.....Las gentes de Menorca entablaron relaciones con otros grupos del cuadrante Noroccidental del Mediterráneo, desde el Noreste de la Península Ibérica hasta Cerdeña, siendo especialmente estrechas con las comunidades del área circumalpina y del valle del Po........” ( p. 363)
“.......Sólo en los palafitos suizos contemporáneos al depósito de Es Càrritx se documentan unas técnicas del trabajo de la madera equiparables....” ( p. 360)
“.... Italia Septentrional, una zona con la que Menorca mantuvo relaciones desde, al parecer, el Bronce Medio avanzado hasta el Bronce Final ( c. 1500 – 850 cal ANE)........ ( p. 352).
Y en referencia a los torques hallados en la Cova des Mussol: “.....la presencia de torques en la Península Ibérica y Sur de Francia ha sido interpretado como consecuencia de migraciones de gentes identificadas con el mundo de los Campos de Urnas (Veny 1982 a )....” ( p. 215).
Todo ello sin contar con las espectaculares tallas de madera antropomorfas, de notable parecido con tallas similares de Ralaghan (Irlanda) y Kingsteignton (Inglaterra) o la zooantropomorfa, posible representación de la divinidad céltica y pre céltica Cernunnos.
Muchísimos paralelos arqueológicos en los artefactos de Mallorca, nos empujan hacía el horizonte cultural e ideológico pre-céltico y céltico, tanto hispano como europeo: Las espadas talayóticas mallorquinas pueden relacionarse con las de Saint Genouph (Francia ) o Heiterheim ( Alemania), así como con estoques centroeuropeos (Rixheim) y franceses ( Petit Villate ).
Los alfileres de cabeza esférica hueca tienen paralelos muy fuertes en el lago Neuchâtel o en el Noroeste de Alemania.
Son frecuentes en Mallorca las espadas de antenas, típicamente celtas, los cascos “hockey” de La Tené, las fíbulas de tipo céltico y no ibérico, con paralelos en yacimientos celtibéricos, las muñequeras espiraliformes celtas, las hebillas de cinturón celtibéricas. Y pectorales que resultando insólitos en el Mediterráneo Central y Oriental son relacionables con estaciones lacustres suizas, con los Halskragen del Norte de Alemania o con las lúnulas célticas del Reino Unido.
También multitud de Torques, como los de los antiguos Campos de Urnas, hachas de cubo, frecuentes en las áreas lusitana, Irlandesa y Sur de Francia ( Heraült).
Por no detenernos en la cantidad de “ruedecillas radiadas” mallorquinas y menorquinas, representación de un culto solar, muy común entre los celtas (Hallstatt y La Tené ) para las que se hallan paralelos cercanos en ambientes celto-ligures (Montpellier, macizo del Jura, llanura de Saöne, Languedoc, Heraült y Norte de Italia) , todas en ambientes típicos de Campos de Urnas.
Incluso los elementos decorativos; como los cruciformes en discos de bronce de Sa Cova Monja ( Biniali), o los cruciformes rupestres de cuevas de enterramiento mallorquinas, son idénticos a cruces repujadas celtas de contexto funerario como las del oppidum de Manching Ingolstadt ( Alemania).
Igualmente, los discos funerarios de la Cometa des Morts (Lluc), son similares a los de la necrópolis celtibérica de Aguilar de Anguita (Trabajos de Prehistoria nº 52, p. 175-178).
Por no mencionar, la ingente cantidad de aves y palomas sobre espigón, asociadas al mundo funerario talayótico con tantísimos paralelos en ambientes de Campos de Urnas peninsulares y europeos: San Cristóbal de Mazaleón, (Teruel ), Necrópolis de Las Corts ( Cataluña ), Siebeneich ( Austria ), Grossperchnitz ( Silesia), etc.
Otro claro indicador es la escasa cerámica ibérica pintada hallada en Mallorca o la absoluta falta de letreros ibéricos, tan habituales en zonas levantinas.
Y tantas otras correspondencias arqueológicas con las citadas áreas, que no es momento de detallar aquí.
En este artículo vamos a centrarnos, como ejemplo, en analizar unos pocos hidrónimos mallorquines que nos remiten, como en otros casos, a una divinidad típicamente céltica: la diosa SUL o SULIS, asimilada a la Minerva Medica romana y la céltica Brigid.
Es significativo y algo mas que curioso, supongo yo, que la divinidad femenina mas representada en el periodo Talayótico final en Mallorca fuese Atenea – Minerva. Es muy probable que las tropas mercenarias talayóticas reciban al panteón clásico de divinidades como imágenes de sus propias divinidades indígenas. El caso de Atenea – Minerva es muy especial pues sabemos que en origen era la diosa Ethena de los Ilirios, tan vinculados a topónimos prerromanos mallorquines. No es difícil suponer que el aniconismo indígena del periodo Talayótico inicial se transformara, ya en épocas del Talayótico final, al contacto con los pueblos clásicos, en un arte cultural religioso que dependía, en su expresión, de aquellas formas clásicas importadas.
Un ejemplo es la llamada “Afrodita de Sóller” hallada en el Puig de Son Canals, con su diadema en forma de luna que le adorna la cabeza; una auténtica “Tanagra”, considerada obra típica de decoración en contextos religiosos y llamadas así porque se fabricaban en la ciudad de Tanagra, próxima a Atenas. Pero lo más significativo es que la mayoría de estas “tanagras” han sido halladas en túmulos portugueses célticos.
Muchos hidrónimos y topónimos del área céltica operan interrelacionando características geográfico naturales y divinidades como: AIRON o HERO, MAIA, LUG, CALU, BANNA, COSSO, NETO, ANNA, ARTIO, CIRA, CORO, CABURIO, BEL, TALA, etc. Teónimos todos con presencia en Mallorca. Algunos con lápidas, como la dedicada a Caburio junto a la dársena de Porto Pí, o incluso con nombres de antiguas poblaciones, como Villar de Hero en Santa Margalida, junto al Pou d´ Hero, en donde apareció cerámica de época romana.
Hoy sabemos, sobre la base de la interpretación que de esta divinidad hicieron los romanos que Minerva equivalía a la céltica Brigid, ya que existen evidencias de relación entre la diosa Brigid o Brigantia y el pueblo céltico de los Brigantes, Brigani o Brixenates ( C.I.L. V, 7817) “Minervius vicus Brixianorum” ( C.I.L. 421,4450).
El rastro de este pueblo puede seguirse desde Suiza hasta Inglaterra.
También sabemos que Minerva o Brigit era conocida como Sulis y así, como Sulis – Minerva, fue honrada en los manantiales calientes junto al río Avon, en su templo de Aquae Sulis, (Bath, Inglaterra). Variantes de su nombre son: Sol, Sulo, Sala, Sullius, Sulla, Sila, etc. Algunas tribus tomaron de ella su nombre: Sulones, Silures, Selgovii y también diversas poblaciones: Solua, Sellium, Sulloniacae, etc.
En Aquae Sulis la divinidad del manantial aparece representada como una mezcla de sol y Gorgona.[15]
Era la diosa de la adivinación, la profecía y la poesía, la preferida por los files o poetas de corte irlandeses. También como Minerva estaba relacionada con la guerra, la metalistería y la salud.
Es innegable su asociación con las aguas, especialmente ríos, manantiales y aguas estancadas o subterráneas , su nombre dio lugar, como veremos más adelante, a muchos hidrónimos en las Islas británicas y en el continente europeo.
Consecuentemente se la asoció con las artes curativas y la salud y parece ser que se la honraba fundamentalmente por cofradías de mujeres en fuegos perpetuos, siendo su festividad en torno al 1º de febrero, en plena coincidencia con la festividad céltica del Imbolg. Era frecuente que las mujeres invocaran su protección en el momento del parto, por ser, como la mayoría de las diosas madres, protectoras de la esfera doméstica, proveedoras y responsables de la fertilidad.
Esta divinidad, guerrera y protectora, bajo su aspecto de “madre de las aguas” era la gran proveedora, ya que las fuentes, los ríos y las aguas en general, que eran ella misma, tan relacionadas con la vida, mantenían fértiles las tierras, produciendo alimento, saciando la sed de los ganados y personas y dando salud a los enfermos que acudían a sus templos y manantiales.
Es lógico si pensamos que entre los celtas, la mujer era la que se dedicaba a la consecución de los alimentos y era la propietaria del suelo de cultivo. Plinio decía de los célticos de la Galia que “ las mujeres se empleaban en las labores del campo, sembrando y arando”. Por eso, sin duda las diosas madres célticas eran representadas como nutricias, proveedoras y favorecedoras de la abundancia.
Brigit – Minerva – Sul era una diosa de triple aspecto, bajo cuya protección se ponían las gentes mediante un voto. También se le dedicaban ofrendas en forma de tablillas de plomo ( defixiones) depositadas en las aguas por los peregrinos.
Esta diosa fue conocida con varios nombres, según la zona geográfica[16] : Atenea-Minerva, Brigit, Brigantia, Sul o Sulis, Rigana, Catona, Boinn, Etaine, Morrigana, Sulivia,[17] Suleviae, Iduenna, Cibeles, etc. Incluso algunos autores van más allá y hablan de Isis; o la reinventan en Santa Brígida, e incluso en la misma Virgen María.
Estudio aparte merece el tema de la recuperación que realizó la Iglesia católica, en la figura de la Virgen María, del ancestral aspecto femenino de la divinidad, representado en la Diosa Madre pagana, desde la más remota antigüedad.
Algo muy patente en la iconografía religiosa medieval.
Si analizamos la iconografía de las primeras vírgenes madres católicas veremos que, significativamente la mayoría aparecen en árboles o son encontradas por toros Esta asociación entre la diosa y el árbol o la diosa y el toro estaba arraigada en todo el continente europeo desde épocas prehistóricas. Asimismo una gran proporción posee el acusado simbolismo de sus predecesoras “matres célticas”: Sentadas, con grandes y desproporcionadas manos, sosteniendo símbolos de prosperidad, frutas, trigo, etc. Con niños en brazos, en donde no se aprecia una atención amorosa hacía el niño, como si lo importante fuera la madre, hieráticas, también con pájaros en su mano y un largo etc. bien documentado entre los especialistas en Historia del Arte. Por no hablar de otras significativas peculiaridades y coincidencias: como el de La Virgen del espino, consagrado desde tiempo inmemorial a la diosa Maia, la Bona Dea romana; o las festividades de la Virgen de Agosto, antigua celebración agraria de la céltica Diana Nemetona, o el “triplismo” de las divinidades célticas, presente en las tres Marías medievales y en Santa Ana triple ( Alcalá la Real ). etc. etc.
Hacía el 450 d. de JC., con la invención de la monja Santa Brígida por parte del Cristianismo, socialmente pujante entonces en Irlanda, , fue sustituyéndose paulatinamente el culto de la pagana diosa Brigit.
En la localidad de Kildare fue fundado el primer convento en donde Sta. Brígida y 19 monjas mantenían encendido un fuego sagrado en un recinto vedado a los hombres. Según reza la leyenda a Sta. Brígida la llevaron unos ángeles por los aires a través del mar, en el estrecho de Iona, hasta Belén de Judea.
El investigador Joaquín Caridad Arias dice en su obra: “ Cultos y divinidades de la Galicia Prerromana a través de la Toponimia” ( Fundación Pedro Barrié de la Maza, A Coruña, 1999, p. 214)
“A los antiguos irlandeses cristianos les costaba trabajo distinguir a Brigit de Santa Brígida y a ésta de María; de hecho se la llama también “ María de los Gales”......” De hecho Brigit, Dana y Ann, son un mismo personaje, la diosa suprema de los celtas...”
Su origen y antecesora debió hallarse en la ancestral diosa madre triple: Anna[18] o Danna, hidrónimo antiquísimo desde épocas del Bronce Final y cuyo culto estuvo extendido por toda Europa.
El radical de su nombre *Sul es el mismo que el de las Matres Suleviae ( suleviae es simplemente el plural de Sulis ) cuyo culto también se documenta en muchísimos lugares europeos del mundo celto-romano. [19]
Estas Matres Suleviae o diosas madre célticas compartían el panteón religioso con las Dea Matres o Matronae, muchas de las cuales, eran veneradas en fuentes curativas y en los ríos.[20]
Matres es el plural del nombre indoeuropeo de la madre, que coincide en sus formas céltica y latina.
Las diosas madres, auténticas divinidades tutelares eran muchas veces representadas en tríadas, sentadas y vestidas como matronas, portando símbolos de prosperidad: cestas de frutas, pan, productos relacionados con la abundancia de la tierra, cornucopias, monedas o bebés en pañales o alimentándose en sus pechos. Por eso a veces se las asimiló a Venus o Fortuna.
Algunas tenían un “rollo” que se interpreta en relación a las artes adivinatorias y la profecía, en cuanto que el rollo era el libro del destino. En ocasiones llevaban un ave o un cuervo en su mano.
Pero lo que más nos interesa para este artículo es, al igual que la diosa Sul, su relación con las aguas.
- Muchas de estas aras votivas aparecen asociadas a santuarios de aguas termales como el de Bath ( Gran Bretaña ) o Glanum ( Francia ).
- - Es muy ilustrativa la relación entre las palabras “río” - “madre”- “matriz”.
- Por ejemplo el arabismo Almatriche, proveniente del mozárabe “ matric” y este del latino matrix-icis, que en la Edad Media tomó la acepción de “cauce”, “canal” y “acequia”, empleándose también para el cauce de un río.
- Es significativo que entre las poblaciones indoeuropeas existan expresiones casi idénticas para decir: surco, mujer, vulva y matriz; evidentemente la mujer se consideraba generadora y símbolo de la fertilidad de la tierra con poder sobre las cosechas y recolecciones.
- En castellano una “madrona” es la alcantarilla principal.
- Todavía en leonés: “madriz” es el surco que abren las aguas pluviales en la tierra.
- Algunos ríos evidencian en su etimología esa raíz antiquísima: el río Matrona, actual río Marne ( Francia), el río Madriu, afluente del río Valira en Andorra. El río Romadriu, afluente del Noguera Pallaresa, que antiguamente se llamaba río Matrice, el mismo hidrónimo que la capital española Madrid. etc. etc.[21]
Veamos a continuación algunas raíces indoeuropeas y célticas [22] que nos relacionan el nombre de Sulis y de las Suleviae con la hidronimia, y , consecuentemente con los hidrónimos mallorquines:
· *SAL : Agua sucia, pantanosa o estacionaria. En irlandés medio “Sal” equivale a agua estancada o pantano. Es muy común en la hidronimia céltica paleo hispana. En romano, irlandés y gaélico “Sal” significa barrizal.
· *SUL : Pantano, suciedad.
· *SEL : Pantano.
· *SALM ( ANA), con la terminación _ANA, río pantanoso.
· *SULA : Jugo, que se encuentra en el griego ΰλή “ fango, lodo “
Muchos sinónimos de las palabras castellanas “ salir” o “ salida” tienen una clara influencia acuosa como: “ surgir”, “aflorar”, “ brotar”, “derramarse”, “borbotear”, “ emerger”, “filtrarse”, “ gotear”, “ manar”, “rebosar” etc. En Andalucía la “ Solera” es el fondo o canal de una acequia. Sulcus en castellano es surco y Sulcar es surcar.
La salicaria, una planta que crece a orillas de los arroyos, llamada también arroyuela.
La salamandra que vive en áreas boscosas húmedas próximas al agua.
El Salguero, otro nombre del sauce.
En catalán “ Salic ” es un “ rajolí d´aigua que salica o brolla de terra en petita quantitat, un líquid que traspúa o degota”. [23] Y en algunas zonas de Mallorca un lugar propenso a quedar embalsado y con abundante vegetación se llama un “salat”.
Pero veamos algunos ejemplos de ese rastro toponímico, que todavía hallamos en Mallorca;[24] comenzaremos con el valle y pueblo de Sóller.
Las primeras grafías de Sóller corresponden al Llibre del Repartiment [25] son Suliar o juz ( distrito en árabe ) de Sulyar. ( fol. 89r, 82v, 83r, 88r). En la conocida obra Corpus de Toponimia de Mallorca de José Mascará Pasarius leemos. “ Sóller, nombre de origen desconocido. Se le ha atribuido origen árabe, pero infundadamente. Lo más probable es que sea un nombre prerromano formado con el sufijo átono _er que aparece en otros topónimos ( Boquer, Buger, Cuber, etc. )”.
Lo primero que deseo señalar es la evidencia de la relación entre características geográficas del valle de Sóller [26] y el significado de este antiquísimo radical *SUL con significado de “pantano”.
El valle de Sóller presenta unas condiciones naturales favorables a las inundaciones, tanto por la pluviometría abundante, como por la gran afluencia de cursos de agua (Torrent Major, Torrent de Biniaraix, Torrent de Fornalutx, Torrent de Sa Coma, etc. )
Son conocidas las inundaciones del área urbana desde 1640 hasta hace pocos años.
También sabemos que una gran parte de la depresión que forma el valle de Sóller fue ocupada por un pantano en la Antigüedad, que fue desecado en la Baja Edad Media; ese pantano desaguaba en el Puerto de Sóller a través de un paso natural y angosto entre Sa Mola y Binidorm.
En segundo lugar el sufijo “_ar ” es un sufijo para designar el “agua”.
El nombre antiguo de Sóller (Suliar) nos remite al concepto de “aguas pantanosas” o a las “aguas de Sul” siendo bastante probable que significasen las dos cosas simultáneamente.
En el término de Artá todavía pervive el topónimo “ Es camp Suliar”, un lugar de tierra arcillosa proclive al estancamiento de aguas junto al torrente. Geográficamente abarca desde “Ses Pesqueres” hasta la villa de Artá y actualmente está cortado por la carretera de “Sa Duaya” y la de Palma.
En el término de Alaró, hallamos el torrente de Solleric, antigua alquería “Sular”o “Soilerich”, documentada en 1300, entre el “Puig de S´Alcadena ” y el “Puig de Alaró”.
Y Síller, antigua alquería del Tº de Pollença, entre Bóquer y Gotmar; en donde hallamos una zona de aguas, antiguamente estancadas y conocida como “Lagola”.
También, la posesión de Solleric de LLucmajor, documentada en 1430 tan vinculada al torrente de “ Garonda “.
En 1332 está documentado en el término municipal de Escorca el torrente de “Sulsia”.
El Archiduque Luis Salvador de Austria, en su obra “Die Balearem” ( Tomo I p. 89), dice refiriéndose a un lugar de Ibiza: “ El estanque llamado Sulceron es muy difícil de utilizar a causa de su barro y además es poco productivo. Sus orillas son arenosas y ahí crecen numerosos juncos, sabinas y pinos”.
Otro hidrónimo igualmente significativo en Mallorca es el de Solanda, reflejado en el Llibre del Repartiment como “ Alquería Solanda” de 8 jovades de extensión. Se halla documentada también en repartos de tierras de 1230 [27] como “ Alquería Solanda”.
El filólogo Joan Corominas comenta en su Onomasticón Cataloniae[28] respecto a esta alquería que no es arabismo, ni tampoco catalán, apuntando la posibilidad de un nombre románico o prerromano.
Las tierras bajas de Solanda son, como en el caso de Sóller una auténtica depresión geográfica, una cubeta arcillosa donde es habitual en inviernos lluviosos, como este del 2001/2002, la formación de lagunas de larga duración, siendo esas tierras un auténtico barrizal impracticable.
Respecto a la terminación del hidrónimo “ landa”, en Galo, equivale a “tierra”, con lo que podríamos estar refiriéndonos a las “ tierras pantanosas o anegadas” (Sulanda) o a las “ tierras de la diosa Sul ” ( Sul-land-dea ) [29].
Curiosamente existe el río Sulanda en Rusia, en Kameshnik, cerca de Gorki.
Y la localidad antigua de “Sulis” a orillas de un estancado río Blavet en Pontivy (Morbihan) Francia.
En Alemania los ejemplos de hidrónimos sobre la raíz *Sul son muchísimos: Mas de 31 Sulzbach ( sul+bach) “arroyo pantanoso”, más de 17 Suldorf o Sulberg “, “poblaciones junto al torrente o junto al estanque”. Solchen, pantano cerca de Freine. Sulingen, junto al río Siede, en el centro de una gran zona pantanosa. Süllwarden, en el Norte en tierras pantanosas. Sulfeld, junto al lago de Grabauer. Sulm, afluente del Neckar, documentado en el 771 como Sulmana.
Y otros muchos en Europa como Sulg, arroyo en el cantón de Bearn ( Suiza), o el río Sulgas, actual Morgues en el S. de Francia. Sulim, antiguo nombre de Castennec en Breuz-les-Eaux ( Morbihan, Francia ) en donde existió un santuario Galo dedicado a la diosa Sul, y un largo etc.
En el Tº de Petra en Mallorca de nuevo, hallamos el hidrónimo “Salia” del que J. Mascaró Pasarius en su Corpus de Toponimia ( p. 1320) dice: “ Nombre de origen desconocido ”. Se trata de una propiedad rústica situada entre Son Cigala, Son LLova, Can Sureda y Son Meló. El Topónimo figura ya en el Mapa del cardenal Despuig de 1785.[30] Se trata de una zona arcillosa, proclive al embalse de las aguas de los pequeños torrentes que posteriormente tributarán al “ Torrent de Na Borges “.
La raíz *Sal es frecuentísima en hidrónimos europeos del área céltica y suele referirse a afluentes y aguas estancadas como: Salia, afluente del Mosela, Salia, afluente del Saone, llamado en 878 “Salliae fluvius”. Salia, afluente del Escalda, etc.
Desde antiguo se conoce el actual río Sella en Asturias como Salia ( At ab eo flumine quod Saliam vocant; en Pomponio Mela. III, 14 ). Y el río Saja de Cantabria se llamaba en el 998 Salia. El mismo nombre antiguo de Zaragoza, junto al río Ebro no era otro que el de Saluvia o Salluie. El nombre recuerda a los Salios tribu franca que se estableció en la ribera sur del río Sala ( actual Yssel). A lo que podríamos añadir muchísimos ríos y arroyos con el nombre de “Salado” en Sevilla, Cádiz, Málaga, Córdoba, Jaén, La Rioja, etc. Todos ellos de agua dulce. [31]
Quizás no sea más que una simple coincidencia, pero el clásico Ptolomeo, en su Geografía ( Libro II, carpeta 3 ) cita las localidades de Selia y Tucci cerca de Málaga y en el Tº de Petra, en Mallorca, hallamos también a corta distancia Salia y Tuze.
Las culturas Apeninas, Terramaras y Villanovianos, fueron la base formativa de los Etruscos ( un área tan relacionada con la Mallorca Talayótica y Pretalayótica ) Y estos eran conocidos por los romanos como los “Tusci”, magníficos navegantes, expertos en recursos metalíferos. “Tusciam” y “ Picenum” era la Toscana, se la llamaba Liguriam Tusciam.
El “Tucim” mallorquín de Plinio (3.77) no es sino un acusativo de Tuccis, frecuente en áreas indoeuropeas y célticas, especialmente Ilirias.
En Hispania podemos recordar las ciudades de los Tucci Turdulorum y de los Tucci Turdetanorum.
Los Tusci-orum son sencillamente los Ligures, Tuscos, Etruscos o Toscanos, los pueblos primitivos de Etruria.
Según algunos autores el origen de su nombre puede rastrearse en el indoeuropeo “Turo” = “fuerte” siendo la forma intermedia “Tur – si” equivalente a “torre”, “fortín” o “burgo”. Es decir que los “Tur-si” serían “la gente de las fortalezas”. ¿ Quizás exista un rastro arquitectónico en las Castellaras ligures, los Talayots balearicos, los castros galaicos y los Brochs irlandeses ¿
Lo que si es evidente es que su rastro toponímico está en la misma área de influencia: Albania, Yugoslavia, Norte de Italia, Sur de Alemania, Sur de Francia, Levante Hispano, celtiberia, Mallorca, Bética, Lusitania.
Todavía hoy Tucci es un apellido frecuente en Italia, Albania y Yugoslavia.
Para mí es bastante razonable suponer que el Tucim mallorquín pudiera estar en relación con el Tuze de Petra que figura en el LLibre del Repartiment ( 15 r) y que debió ser una población de importancia.
En el T° de Petra, se aprecia una gran densidad poblacional talayótica en la zona de: Ses Cabanasses, Es Cabanells, Es Bosc Vell, Son Doblons, etc.; conjuntos que justificarían, con algunos otros cercanos, la importante necrópolis de Son Real, pero sería prematuro y aventurado precisar tanto.
No quisiera terminar este artículo sin una pequeña referencia al topónimo mallorquín “Saluet”: [32]
Es torrent de Saluet; que desemboca cerca del final de la playa de S´Arenal, junto al puerto deportivo.
Punta des Saluet, junto al torrente anterior y actualmente desfigurada por la construcción del puerto deportivo. Documentado en 1884 por el Archiduque Luis Salvador de Austria, en su obra “Die Balearem” “ Spitze der Selhouet”.
Torrent des Saluet, [33] en el Tº de Andratx, con una cuenca hidrográfica de 34 Km2, desembocando en el Pto. de Andratx. Asimismo un significativo: “Es fang des Saluet” ( el barro del Saluet).
Saluet, y Es fons de Saluet , localizados por Mn. Alcover en la Playa que existe entre Santa Margalida y las montañas de Artá. Posiblemente la desembocadura del Torrent de Na Borges.
Dice el investigador Cosme Aguiló, que Saluet es, aparte de un topónimo, una palabra viva en Mallorca, que designa un ruido insistente y confuso.
Independientemente de la afirmación anterior, que comparto totalmente, creo que nos hallamos ante otro hidrónimo.
Hemos visto unos pocos hidrónimos, el caso de Sul es solo un ejemplo pero la toponimia de Mallorca está plagada de topónimos célticos y pre-célticos que requerirían una mayor atención por nuestras académicas y despistadas autoridades.
Y quizás así, no tuviéramos tantas forzadas y a veces, ridículas interpretaciones etimológicas, de origen árabe, en muchos topónimos, que se explican en el marco natural de otra área cultural de influencia.
También parece que ya va siendo hora de un replanteamiento, en determinadas aproximaciones púnicas que vienen sosteniendo algunos investigadores, respecto al mundo prerromano de Mallorca y Menorca. Por supuesto que existió en épocas finales del Talayótico un comercio estable de las poblaciones indígenas de nuestras islas con Etruscos y Púnicos; pero Mallorca y Menorca jamás fueron púnicas.
Una breve muestra de esa abundante toponimia pre-céltica y céltica: Aiamans, Aibana, Albenya, Alaró, Alcorca, Almallía, Almariall, Alpic, Alpare, Anna, Annia Anaya, Andratx, Argonyana, Ariant, Arrenda, Artana, Astorell, Balagay, Balleix, Baló, Banalbahar, Banna, Banya, Banderola, Barcinona, Boláix, Bolo, Boltan, Bóquer, Buder, Buger, Bunyola, Callicant, Calobra, Capocorp, Caparo, Carcoba, Caro, Catino, Comen, Conia, Conies, Cúber, Cura, Dahu, Escorca, Estalella, Estorell, Garonda, Hisor, Hero, Laamex, Lauseta, Lorosa, Luco ( cerca de un centenar en formas simples y compuestas). LLorac, LLubí, Maiá, Mag, Malian, Mallorca, Manacor, Marola, Millac, Miner, Mitriaz, Monnáber, Montuïri, Morneta, Muro, Mussu, Nugria, Oror, Orient, Palmerio, Palma, Pelech, Perola, Pontarro, Sabor, Salia, Saluet, Sanau, Santmajor, Selber, Senobra, Sineu, Solanda, Sóller, Solleric, Sulceron, Sulsia, Suscia, Tarsilbet, Tucim, Vernissa, y un largo etc.
Creo, sinceramente, que estos apuntes son evidencias de que existen indicios razonables para iniciar un estudio más profundo y sistemático sobre el sustrato pre-céltico y céltico de las poblaciones prerromanas de Mallorca.

[1]
“La Toponimia es un elemento de conocimiento de la antropología y de la etnología, fundamental para tener una imagen del medio según pobladores de distintas épocas y de distinto origen”.
(J. Caro Baroja).
“Con la sola ayuda de la Toponimia el lingüista puede determinar la filiación étnica.
(Fco. Villar).

[2]
“El paisaje del teónimo. Iscallis, Talabrigensis y la aspirina” en “ Religión, lengua y cultura prerromanas de Hispania” Ed. de la Universidad de Salamanca. Estudios Filológicos, nº 283. Salamanca, Febrero 2001. p. 107-108.
[3]
Revista Miramar de Valldemossa. ( nº 42, 44, 47, 48) Revista Bona Pau de Montuïri, (nº 579). Revista S´Olla de Calviá, ( nº 19), Setmanari de Manacor, etc.
[4]
Renfrew, C.
Arqueología y Lenguaje
La cuestión de los orígenes indoeuropeos
Ed. Crítica
Barcelona ( 1990 ), p. 12
[5]
Aportes a la romanización de Mallorca en “Historia de Mallorca” Cord. por José Mascaró Pasarius. Tomo , I pág. 520
[6]
Lourdes Albertos Firmat, María
¿ Indoeuropeos o Iberos en las Baleares ?
Rev. Emérita XXVI, 2
1958
[7]
Veny Meliá, Cristóbal
La necrópolis protohistórica de Cales Coves. Menorca
Bibliotheca Praehistorica Hispana Vol. XX
C.S.I.C. Instituto Español de Prehistoria
Madrid, 1982
[8]
Fernández Miranda, Manuel
Secuencia cultural de la Prehistoria de Mallorca
Biblioteca Praehistorica Hispana. Vol XV
C.S.I.C./ Instituto de Estudios Baleáricos
Madrid, 1958
[9]
Mascaró Pasarius, José
Prehistoria de Menorca
Ed. Nura,
Mallorca 1988. pp.110
[10]
“Resulta en certa manera irónic, comprobar avuí com investigacions en el camp de la lingüística i de la onomástica antigues ens duen cap al món céltic i preindoeuropeu per els antics pobladors de Menorca"

[11]
La raíz prerromana porro, porra “pastizal “ en la Toponimia Balear
Estudis de lingüística i filologia oferts a Antoni M. Badia i Margarit
Biblioteca Abat Oliba
Dpt. De Filología Catalana
Universitat de Barcelona
Publicacions de l´Abadía de Montserrat, 1995 ( pág. 287 - 293)
[12]
“ La influencia céltica en armas y adornos es manifiesta en nuestra cultura talaiótica...”
Damián Cerdá Juan .
Economía antigua de Mallorca
Hª de Mallorca coordinada por José Mascaró Pasarius
Gráficas Miramar, 1973
Tomo I, pág. 424
[13]
Armas y utensilios de Bronce en la Prehistoria de las Islas Baleares
Rev. Studia Archaeologica, nº 78
Valladolid, 1988
[14]
La Cova des Càrritx y la Cova des Mussol
Ideología y sociedad en la Prehistoria de Menorca
Ed. Consell Insular de Menorca, Ajuntament de Ciutadella, Fundació Rubio Tudurí Andrómaco.
Barcelona, 1999

[15]
Sabemos que Atenea – Minerva fijó en su casco la cabeza de Gorgona monstruo mitológico primordial, con serpientes alrededor de su cabeza. Su cólera volvía piedras a los hombres y de esta raíz *Gorg surgirá el latino gurges-itis: el abismo, la sima.
[16]
Por su parte el celtólogo J. Markale dice de Minerva: “ se la reconoce en Boinn, Etainne, Bodbh, Morrigana, la Macha irlandesa, la gala Rhianon y la galo romana Epona, es la Melusina medieval. Es también Rigana y Catona”. Otro conocido investigador de la religión celtica F. Le Roix, dice en su obra “La Religión de los Celtas”en Historia de las religiones Ed. Siglo XXI Vol. III p. 132: “ Minerva está representada en la Galia por Belisama <<>>, cuyo nombre ha quedado perpetuado en inscripciones galas y galorromanas y en topónimos ( Blismes, Bellême, Balesmes)”.
[17]
En Rocamadour ( Francia) parece ser que se daba culto a la diosa Sulivia, diosa de los Alisios, en forma triple ( Sulevia, Iduenna, Minerva ), asociada también al mundo de los muertos, se le ofrecían sacrificios humanos en una cueva.
[18]
Según la Iglesia Católica, Santa Ana era la madre de la Virgen María, madre de Nuestro Señor Jesucristo, el Salvador. Es decir que Santa Ana era “ la madre de la Madre”, Parece ser que su culto fue introducido en el siglo VIII por los Papas Orientales. Y seguramente no por casualidad Santa Ana es la patrona de pozos, alumbramientos de aguas y parturientas, ya que la diosa Anna o Danna fue, desde tiempo inmemorial la gran diosa madre de las aguas en casi toda Europa. ( Miles de hidrónimos así lo confirman: recuérdese el río Guadiana en Andalucía, el río Danubio en Europa o la laguna de Anna en Valencia, por citar sólo tres casos muy conocidos.
[19]
Puede consultarse un completísimo repertorio en la obra de:
Nicole Jufer y Thierry Luginbühl
Répertoire des dieux gaulois
Les noms des divinités celtiques connus par l´épigraphie, les textes antiques et la toponymie.
Ed. Errance.
París, 2001
[20]
Suleis Nantugaicis ( Condado, Padrenda, Orense), en celtiberia: Matribus ( Clunia, Burgos, Yanguas, Soria), Matrubo ( Agreda, Soria ), Matribus Vseis ( La Guardia, Alava ), Matribus Tendeiteris ( Clunia ), Matribus Monituinincis ( Salas de los Infantes, Burgos) Matribus Brigeacis Gallaicis ( Clunia), Matribus Ter Megiste ( Duratón Segovia), His Matribus ( Clunia), etc.
[21]
Siguiendo a J. Caridad Arias en su obra citada anteriormente, ( p. 352):
“Aparte de las propiedades curativas se atribuían al agua poderes regenerativos y mágicos. Las fuentes y manantiales eran especialmente relacionados con una deidad maternal y nutricia de naturaleza subterránea, estrechamente vinculada al Mundo Inferior, con el cual constituía el agua un medio de comunicación.
Esta relación tenía a la vez un sentido vivificador y renovador de la vida, ya que es en el interior de la tierra donde yacen los muertos, los antepasados y su símbolo: la semilla, concebida como un muerto-vivo, origen de la fecundidad y la resurrección de la Naturaleza. De ahí la conexión: Culto a los antepasados = culto a la fertilidad.
Es quizá por ello que las divinidades más antiguas, relacionadas con las aguas, los oráculos, etc. suelen ser femeninas....”
[22]
Básicamente la Bibliografía consultada ha sido:
Hans Bahlow “ Deutschlands geographische Namenwelt” Ed. Suhrkamp, 1985
Hans Krahe “ Unsere Ältesten Flussnamen” Ed. Otto Harrassowitz, Wiebaden, 1964
Alfred Holder “ Alt-celtischer Sprachschatz” Ed. Akademische Druck – U. Verlagsanstalt,, 1961
Julius Pokorny “ Indogermanisches Etymologisches Wörterbuch” Ed. Francke Verlag, 1994
[23]
Chorro de agua que surge o emerge del suelo en pequeña cantidad, un líquido que rezuma o gotea.
[24]
Para el tema de la hidronimia seguiré la línea del investigador Y. Carnoy, marcada en su obra: “ La divinisation des rivières en la toponymie celtique “. En Antiquité Classique nº 20, p. 103-106. 1951.
[25]
El “ Llibre del Repartiment” donde se especifica el reparto del botín de guerra de los conquistadores cristianos de la isla de 1229, es un excelente documento en el que se hallan multitud de topónimos que no corresponden al área cultural de Al- Andalus y sí al área céltica o indoeuropea, habiendo quedado , en demasiadas ocasiones, olvidados por los etimologistas, bajo el cómodo epígrafe de “origen desconocido”.
[26]
Con idéntico nombre “ Soller” en Alemania, cerca de Düren y “Soller” en el cantón suizo de Aargau.

[27]
Seguimos el trabajo de Francesc Canuto Bauçá “ Alqueríes i Rafals del terme de Sant Joan ( S. XIII-XVI) en la obra: “ Sant Joan una vila set vegades centenaria (1300-2000). Monografías Santjoaneras, nº 11, Mallorca 2000.
[28]
Joan Coromines
Onomásticon Cataloniae
Curial Edicions catalanes, Barcelona, 1989 p. 264
[29]
Sabemos que en la colindante finca de Maiá Vell se halla la famosa Cova Fosca con interesantes grabados rupestres y un posible santuario talayótico delante de las casas de la actual posesión.
[30] No comprendo la catalanización de Salia por S´Elia, según aporta, sin mayor explicación, Jaime Andreu Galmés en su obra: “ L´Ordinació de Petra, any 1300. Teoria i realitat. Ed. Ajuntament de Petra . Mallorca 2000.
[31] Sería interesante un estudio en profundidad de otros topónimos mallorquines que quizá aportarían parecidas conclusiones: Son Saliano ( Tº de Manacor ), Salma ( Es camp verinal) ( Tº de Artá), Salmanior ( Tº de Andratx), Sabor ( Tº de Montuïri), Sala Banya ( Tº Campos), Salmaters, etc. que recuerdan los europeos Salma, actual Salm, en Bélgica; Salm, afluente del Mosela en Alemania; Salmansa, actual Salmach en Suiza; Salabor, actual Sabor en Braganza, Portugal; Sala Banda ( actual Saabanda) en Coruña, etc.
[32]
Tomo como referencia el excelente trabajo de Cosme Aguiló “ La Toponímia de la costa de LLucmajor”, editado por el Institut d´Estudis Catalans. Treballs de l´oficina d´Onomástica, II, Barcelona 1996.
[33]
J. Mascaró Pasarius en su Mapa General de Mallorca ( Palma 1958) hojas 23 y 33 cita para los torrentes de Andratx y S´Arenal: “Torrent des Suluet” ( sic).