miércoles, 20 de agosto de 2008



De un Mediterráneo cómplice


En la Barcelona gris
eterna noche de Ramblas,
dormida en copas
soñada en blanco.
Con bohemia de guiñol
en el café de la Ópera,
con tu recuerdo
pegado al hombro.
Y tristeza vendida en vasos.
Una noche (Barcelona)



Ibiza fue
aquel recuerdo de sol,
amor cubierto de arena.
En un mar de cristal
largas miradas,
noches de vino,
algas rizadas
besos de sal.
Una playa (Ibiza)



En Febrero,
mientras la ciudad dormía
un sueño gris y nublado;
acuciante pesadilla
de marino
y de minero;
enterrábamos a Cándida.
En Febrero,
bajo el cielo helado del invierno
los recuerdos se aferraban
como el viento a las solapas del abrigo.
Un puerto (Cartagena)